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Los socialistas creen que el candidato del PP les dio la victoria y subrayan que van «2-0»

Zapatero y Rajoy se sienten ganadores y reservan propuestas para el lunes

En las filas populares afirman que han logrado el objetivo de fijar su electorado y desmoralizar al del PSOE

Zapatero, Campo Vidal y Rajoy, momentos antes del inicio del debate

Publicado por
M. Iglesias / P. de las Heras - madrid
León

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Es imposible, pero es así. Tanto José Luis Rodríguez Zapatero como Mariano Rajoy se sienten ganadores del debate de este lunes. Ambos candidatos creen que han cumplido sus objetivos en el primer cara a cara y se reservan el lanzamiento de propuestas para la segunda vuelta del próximo lunes. Tanto en el PSOE como en el PP se muestran convencidos de que han alcanzado todos los objetivos fijados para este primer duelo. Fue Rajoy quien dio la victoria a Zapatero. Ese es el análisis del comité electoral del PSOE. Los ánimos están altos entre los socialistas porque creen poder asegurar que ya van «2 a 0». Primero fue Pedro Solbes, contra el fichaje estrella del PP, Manuel Pizarro. Y ahora su secretario general contra el líder popular. Sin embargo, esta vez son menos triunfalistas. Si el «rapapolvo» que, a juicio del PSOE, propinó Solbes a Pizarro lo convirtió en el héroe de la campaña, lo de Zapatero se ha quedado en un suspiro de alivio. Varios colaboradores cercanos del presidente estaban preocupados por las altas expectativas de victoria generadas en las jornadas previas. «Eso -argumentan- tiende a producir una confusión psicológica que puede arruinar una buena victoria». Por eso insistieron en que no habría victoria por «k.o». Y ahora convienen en que, en efecto, no lo fue. Creen, sin embargo, que hay motivos para estar contentos. El principal: que Rajoy, según coinciden varias fuentes socialistas, ofreció la imagen dura que ha mostrado estos cuatro años y que, sostienen, tan negativamente ha valorado la mayoría de la sociedad, en especial los votantes más moderados. Objetivos alcanzados Más allá de la escenificación pública preparada para los momentos posteriores al primer cara a cara, la dirección del PP también da por alcanzados los objetivos fijados. El equipo de campaña diseñó la estrategia de los debates en dos tiempos, y el primero estaba destinado a fijar el electorado propio, movilizar el partido tras el candidato y abordar el segundo debate con la intención de pescar en los caladeros del centro político. No cabe duda de que todos los sectores del PP están satisfechos del comportamiento de su jefe de filas, según los estrategas de la calle Génova, que advierten que así se dejará sentir en los mítines futuros. Para evitar un efecto indeseado de exceso de confianza o la movilización del adversario, la dirección popular ha dado la consigna de moderar la euforia.