Zapatero promete buscar un gran pacto contra la violencia machista

La violencia, pero no la de ETA, sino la que ejercen hombres contra mujeres, marcó el arranque del multitudinario mitin que José Luis Rodríguez Zapatero protagonizó ayer en Bilbao. A rebufo del impacto generado por los últimos asesinatos de esta índole perpetrados en España, el secretario general del PSOE prometió convocar una reunión urgente de la Conferencia de Presidentes en su primera semana como presidente reelecto para elaborar con las comunidades autónomas un plan de «lucha sin cuartel» contra el «machismo criminal». «No pararé hasta terminar con esta lacra y este horror», se impuso. La actualidad desvió así el rumbo del que, en condiciones normales, habría sido el mensaje principal del jefe del Ejecutivo en su única visita de campaña oficial al País Vasco. Lo desvió, pero no lo cortó de raíz. Rodríguez Zapatero, que goza en esta tierra de un elevado índice de popularidad según las encuestas, se erigió en el garante de un Gobierno que «respete a todos, que busca el entendimiento y el encuentro y que quiere trabajar porque vivir juntos sea la fórmula que más futuro tenga en Euskadi y en el conjunto de España». Como era de prever, defendió su intento de acabar con el terrorismo etarra por la vía del diálogo, pero se presentó como un hombre engañado y traicionado. Y casi llegó a reclamar a los asistentes que escarmienten con su experiencia. De hecho, reclamó a la sociedad vasca que no dé «ni un respiro» a los violentos ahora, después de que «se ha comprobado que sólo saben hablar el lenguaje de la muerte, del dolor y de la bombas». Él mismo ofreció mano dura. Fue con ese argumento con el que pidió el voto a los ciudadanos de Vizcaya, una provincia que ha perdido un escaño por población en estas elecciones y en la que los socialistas vascos aspiran a crecer de manera considerable el próximo 9 de marzo. A esos mismos ciudadanos a los que pidió comprensión hacia la «búsqueda de la paz» realizada en esta legislatura, les solicitó ahora «la fuerza suficiente para acabar con ETA». Tarea noble «La paz -alegó Rodríguez Zapatero- es la tarea más noble, la que más sacrificio exige, la tarea de los valientes, la de aquellos a los que no les importa perder por salvar vidas, para obtener la libertad y comprometerse hasta el fondo como han hecho los socialistas vascos». La frase arrancó el aplauso más prolongado e intenso de un público poco entusiasta. Quizá por los aprietos y calores que tuvieron que sufrir en un recinto que, a todas luces, se quedó pequeño. La mayor ovación fue, sin embargo, para el secretario general de los socialistas vascos, Patxi López, cuando gritó su indignación contra Mariano Rajoy por su afirmación de que Rodríguez Zapatero «agrede» a las víctimas. Zapatero «La paz es la tarea más noble, la que más sacrificio exige, la de aquellos a los que no les importa perder por salvar vidas, para obtener la libertad»