Zapatero pide la máxima participación para dar una lección al PP

Es difícil pensar que una crónica en el Financial Times acabe convertida en un arma electoral para un partido español en campaña. Pero José Luis Rodríguez Zapatero encontró ayer en el prestigioso diario internacional el argumento que necesitaba para pedir a los suyos una participación masiva el próximo 9 de marzo; la prueba fehaciente de que «quedarse en casa» es sucumbir a los deseos del Partido Popular. «Se les ha visto el plumero -dijo- no pueden ganar porque no confían en sí mismos para pedir el voto». Era de prever que en Murcia, feudo electoral del PP, el secretario general socialista hiciera un discurso sobre políticas del agua. Quizá también sobre inmigración. Las mismas cuestiones sobre las que había hablado 24 horas antes, en ese mismo escenario, Mariano Rajoy. Pero decidió abrir un paréntesis para entrar en disquisiciones más elevadas. Y enarboló una crónica periodística que atribuye al secretario de Comunicación del PP, Gabriel Elorriaga, el deseo de una elevada abstención como único recurso para ganar las elecciones. La información, que probablemente era desconocida para todos y cada uno de los 11.000 enardecidos militantes que abarrotaron el pabellón de los deportes de la capital murciana, refuerza una de las ideas que subyace en todos los actos electorales del PSOE. En ella, el portavoz popular explica que la estrategia de su formación se centra en «agitar a los votantes socialistas» porque, pese a saber que nunca votarán PP, es posible que sembrar suficientes dudas sobre economía, inmigración y cuestiones nacionalistas haga que se queden en casa. Tanto socialistas como populares dan por bueno que la base social del PSOE es superior a la del PP, pero también que sus votantes son menos fieles o disciplinados y que una baja participación puede colocar a Mariano Rajoy en una posición ventajosa en la carrera hacia La Moncloa. «¡Vaya patriotas!», espetó Zapatero, a punto de perder ya la voz tras una semana de campaña. Miedo a la inmigración Por su parte, la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, acusó ayer al PP y a su líder, Mariano Rajoy, de «utilizar» la inmigración en la campaña electoral para «infundir» miedo a los ciudadanos y «alentar la división y la desconfianza». «Hemos puesto legalidad donde había ilegalidad y orden donde había desorden», ha añadido la vicepresidenta, quien ha asegurado que los inmigrantes que vienen a España para trabajar son bien recibidos y que «no caben» los que incumplen las leyes o vienen de forma ilegal. J.L. Rodríguez Zapatero «Se les ha visto el plumero, no pueden ganar porque no confían en sí mismos para pedir el voto»