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Rajoy critica las «mentiras» y se enreda en la guerra de Irak

Rajoy optó por mantener su discurso agresivo

Publicado por
Magis Iglesias - madrid
León

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El líder del PP incluyó las explicaciones de su programa en términos generales porque el tiempo no le permitía incluir también sus discursos de balance de gestión, en los que se empeñó en todos los capítulos. Pero logró hacer una detallada exposición de sus propuestas en materia económica, sobre todo de la rebaja fiscal, la mejora de la competitividad y el pleno empleo Mariano Rajoy acudió al debate con el objetivo de presentar sus recetas para resolver los problemas de los españoles, demostrar que sabe atender a «lo que le importa a la gente», como dice en todos sus mítines, y que el socialista es una amenaza para el futuro porque no es de fiar. Es verdad que acusó a su oponente de mentir desde los primeros minutos, pero no logró reconducir la discusión para mirar hacia delante: volvió a centrarse en la crítica a la gestión socialista y entró a discutir sobre la guerra de Irak con Zapatero. Rajoy abandonó la defensa de la guerra de Irak desde el primer momento de la legislatura y obvió este debate durante estos cuatro años, pero este lunes, apenas unos días antes de las elecciones, se enredó en una polémica sobre el conflicto que pudo haberle costado el Gobierno al PP en 2004. Cuando atacaba al candidato del PSOE por «sus mentiras» sobre «la negociación con ETA», Rodríguez Zapatero le acusó de utilizar políticamente el terrorismo «hasta para justificar la guerra de Irak». El candidato del PP se defendió de la ofensiva del socialista con la resolución de la ONU que votó a favor el Gobierno de Zapatero tras retirar las tropas y en la que se pedía a todos los países ayuda militar. Cuando el aspirante a la reelección volvió a comparar los muertos de su legislatura con la anterior del PP, Rajoy protestó: «No creía yo que iba a hablar de los muertos». Rajoy repitió el discurso agresivo y crítico con la gestión de su oponente, al que hostigó en todo momento con reiteradas acusaciones de mentiroso; mantuvo el tono del primer cara a cara e incluso aumentó los comentarios despectivos e irónicos con su oponente. Utilizó numerosas cifras destinadas a desmontar la credibilidad de las propuestas del candidato socialista y defendió la suya cuando su adversario la cuestionó.

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