Diario de León

ZP ganó pero Rajoy salvó los muebles

Zapatero se ganó definitivamente el derecho a gobernar otros cuatro años en condiciones mejores Rajoy fue un líder de la oposición hipotecado y queda ahora la duda de si dispondrá de una nueva oportunidad El incremento de porcentaje y de voto y

Rajoy es abrazado por su esposa al salir a saludar a sus fieles

Rajoy es abrazado por su esposa al salir a saludar a sus fieles

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Manuel Campo Vidal - madrid
León

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En una de las noches electorales más emocionantes que se recuerdan y después de un día de rumores sobre una supuesta mayoría absoluta del PSOE que no se confirmó, el Presidente Zapatero se ganó definitivamente el derecho a gobernar otros cuatro años en condiciones mejores que hasta ahora. Aunque el PP acarició la idea de desbancarlo en los tres últimos meses gracias al repunte de la crisis económica, Zapatero amplió de forma significativa su mayoría parlamentaria, aunque no tanto como para prescindir de aliados. Pero, a su manera, Mariano Rajoy que perdió de forma indiscutible, mantuvo el tipo y salvó los muebles. Ese incremento de porcentaje y de voto y esa subida de seis diputados que acorta la distancia con el PSOE, le permite presentar una derrota sin descalabro, sin humillación. En el primer caso, para mantenerse y crecer, Zapatero devoró las posiciones de otros partidos de la izquierda. Su crecimiento se lo aporta Izquierda Unida, Esquerra Republicana - que sin Aznar enfrente, engordando por reacción sus posiciones, quedó en poca cosa-, la Chunta Aragonesista, desaparecida sin Labordeta, Eusko Alkartasuna y un diputado de Coalición Canaria. Mariano Rajoy perdió, pero acaso hubiera podido ganar si por el camino no hubiera perdido signos de identidad centrista, de haber prescindido de compañeros de viaje que desdibujan su posición y endurecen su imagen como los obispos y su combativa emisora situada en la derecha extrema y, desde luego, si en la legislatura se hubiera ocupado de algo más de que de ETA y de la digestión inacabada de la derrota del 14- M de 2004. Signos de centrismo como los que aportaban el ex ministro Josep Piqué o Alberto Ruiz Gallardón al que Esperanza Aguirre, con su ultimatum a Rajoy, cerró el paso a la candidatura de Madrid. Aún con esas bajas y esas perniciosas compañías, Mariano Rajoy hizo una buena campaña, ensayó pero no le salió bien el relevo del deseado Rodrigo Rato por Manuel Pizarro y ha colocado al PP en unas condiciones mejores para afrontar otra legislatura de oposición. Para hablar de su futuro habrá que esperar y en cualquier caso la previsible renovación en el PP, no es descartable que alcance más al futuro candidato que a su presidencia. No tiene porque salir corriendo, como hizo Almunia del PSOE la noche que Aznar obtuvo la mayoría absoluta. Con estos resultados gobernar será algo más sencillo pero no fácil. Para la mayoría de 176, Zapatero tiene solo tres opciones: la más rotunda, pactar con Convergencia e incluir quizás uno o dos ministro catalanes; pactar con el PNV y alguien más, por ejemplo Izquierda Unida; o ensayar un rosario de acuerdos con todo lo que queda, nacionalistas gallegos y canarios incluidos. Rosa Diez entra en el Congreso como gran novedad. Un dirigente del PSOE al máximo nivel y otro del PP confesaron anoche que hubieran preferido que el escaño de Rosa Diez lo tuviera su principal oponente antes que complicar el Grupo Mixto con una nueva formación que por lógica puede ir a más. Las próximas elecciones en España son las europeas con colegio electoral único. Previsiblemente la UPD de Rosa Diez obtendrá un eurodiputado en esa confrontación de 2009. Hay que pensar que la nueva legislatura será menos crispada y que se da por enterrada la murga de que Zapatero ganó en 2004 gracias al atentado de Atocha. Se supone que la participación de ETA en el genocidio de los trenes y otros inventos que ocuparon buen parte de las declaraciones de los líderes populares durante cuatro años se acabaron. Bien es cierto que Rajoy quiso desterrar eso y en un momento dado declaró que "el 11 de Marzo es ya historia". Pero su entorno inmediato y el aparato mediático que lo condicionaba, no le permitió mirar al frente y dirigir su oposición como le hubioera gustado. Rajoy fue un líder de la oposición hipotecado y queda ahora la duda de si dispondrá de una nueva oportunidad. A su favor tiene los resultados de hoy y la dificultad en encontrar sustituto. En contra, el hecho de que sume ya dos derrotas frente a Zapatero. Pero Felipe Gonzalez perdió dos veces frente a Suarez hasta ganar a Calvo Sotelo y Aznar perdió dos veces ante González antes de de vencerlo por solo trescientos mil votos a la tercera. Habrá que ver si la columna aznarista del PP le niega a Rajoy la tercera oportunidad que su líder dispuso.

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