Un total de 750 brasileños han sido vetados en lo que va de año

Fuentes del Ministerio del Interior informaron de que el Gobierno también invoca el reglamento europeo de 2006 sobre control de fronteras, que permite a los Estados «autorizar la entrada en su territorio a nacionales de terceros países» por «motivos humanitarios», «obligaciones internacionales» o razones de «interés nacional». Los portavoces del Ejecutivo aseguran que son esas razones de «interés nacional» las que han aconsejado rebajar las exigencias para dos países iberoamericanos, aunque no aclaran cuáles son los motivos reales ni si se ha llegado a un acuerdo con las autoridades de esos dos países latinoamericanos. La excepciones de Chile y México no tienen precedentes en la política de extranjería española. Esta discriminación positiva llega justo en plena crisis diplomática con Brasil por los rechazos en frontera de ciudadanos de esa nacionalidad. En lo que va de año, las autoridades migratorias españolas han vetado al entrada 750 brasileños. En 2007, otros 3.000 ciudadanos de este país no pudieron entrar al no cumplir los requisitos monetarios. La respuesta de las autoridades de Brasilia ha sido impedir la entrada de una veintena de turistas y empresarios españoles. Diplomáticos de ambos países se reunirán después de Semana Santa para tratar de buscar una salida a esta crisis, según acordaron ayer en conversación telefónica los dos ministros de Asuntos Exteriores.