TREINTA AÑOS DE EXISTENCIA
Un centro adaptado a las exigencias del Ministerio de Educación, que paga el sueldo a las dos maestras
Eva López juega con los niños en la piscina de bolas
El Secretariado Gitano empieza a funcionar en León en julio de 1968, vinculado a la Diócesis de León con el objetivo de ayudar en la problemática de los gitanos, un colectivo sensible y desfavorecido, así como la de realizar campañas de sensibilización entre la comunidad no gitana. En el año 1985 se constituye la Asociación Gitana Hogar de la Esperanza, que pasa a ser independiente de la Diócesis de León, aunque permanece estrechamente vinculada. La necesidad solicitar subvenciones y ayudas fue la motivación para independizarse de la Dióceis, al carecer de recursos para afrontar los restos con los que pensaban acometer en el futuro. En el año 1971 el servicio de guardería comenzó a funcionar como guardería laboral, «han sido años de mucha transformación para tener el reconocimiento del Ministerio de Educación y Ciencia (MEC), para lo cual tuvimos que hacer unas obras de transformación importantes. Estos años han sido de mucho esfuerzo para tener las instalaciones como nos exigía el Gobierno», dice Eva López que se muestra muy ilusionada con el futuro de los proyectos tras el nombramiento como Fundación Gitana. «Es un espacio muy necesario y educativo. Creo que es fundamental la educación y más para los colectivos en situación de riesgo social. Los niños tienen que aprender de pequeñitos a relacionarse», dice Eva López que enseña ilusionada las instalaciones de un centro totalmente reformado, con todas las necesidades que puedan surgir en el ejercicio de la enseñanza. Eva destaca la buena sintonía de los niños en las aulas y asegura que los rumanos aprenden a hablar en el centro. «El problema más importante que tienen estos niños es el económico, porque la integración la tienen asegurada en estas aulas», asegura con cariño esta profesional. «Es un espacio necesario y educativo. La educación es fundamental para los colectivos en situación de exclusión social. Aquí aprenden a relacionarse» EVA LÓPEZ Responsable del Hogar de la Esperanza