La realidad desmiente las previsiones a la baja

Las economías occidentales, de las que se nutre el turismo español, se están viendo afectadas por la cacareada desaceleración económica; luego se prevé una desaceleración también del gasto turístico. Sin embargo, «la realidad ha venido desmintiendo las previsiones». Quizá se gasta algo menos en viajar, pero el incremento registrado en los precios en los últimos años salva las cuentas de las empresas del sector. Además, las líneas de bajo coste, el ferrocarril de alta velocidad y las mejores conexiones abren todo un mundo de posibilidades con más facilidades. Son las principales conclusiones del informe sobre el turismo en el 2007, y las previsiones para el ejercicio actual, que realiza Exceltur, la Alianza para la Excelencia Turística que agrupa a empresas del sector. Sobre la evolución del año pasado los empresarios reconocen que han mejorado las ventas y los beneficios, sobre todo por el repunte de los precios, porque las primeras dificultades económicas se han dejado notar ya y hacen prever un 2008 «complejo». Se nota la cautela en las familias españolas, sobre todo en las de menores ingresos; pero sin embargo la demanda hotelera de los españoles está en máximos históricos. El año pasado los hoteles urbanos, los recursos culturales (museos y monumentos), los parques de ocio y campos de golf y el alquiler de coches fueron los más favorecidos. Además, crece la propensión a contar con los destinos internacionales, especialmente en los viajeros individuales y las parejas sin hijos; que hacen mayor uso de las líneas aéreas de bajo coste a las capitales europeas. Pero crecen también con fuerza los viajes internacionales, a Asia, Oceanía, Estados Unidos y Caribe. La fortaleza del euro frente al dólar hace apetecibles estos destinos. En cuanto a los destinos nacionales, las ciudades y el turismo de naturaleza ganan la partida a la playa. Por lo que se refiere a los turistas extranjeros, los destinos urbanos, atraídos también por las líneas de bajo coste, ganan clientes con fuerza. Y las ciudades han respondido cuidando sus atractivos e incrementando una oferta de calidad. Los hoteles urbanos se benefician también de la fortaleza del turismo de negocios y congresos.