Los socialistas no ocultan su temor a otros cuatro años de guerra abierta
Los socialistas no ocultan su temor a otros cuatro años de guerra sin cuartel y oposición dura con los temas más sensibles. Rodríguez Zapatero arguyó ante el comité federal de su partido este sábado que el PP no podrá mantener una actitud de «gran crispación» porque, «por mucho que lo intente nada podrá parecerse al España se rompe o a que hemos entregado España a ETA». El jefe del Ejecutivo tiene claro que el proceso de paz con la banda terrorista ya pasó y ni por asomo quiere que la política territorial vuelva a monopolizar su agenda. Sin embargo, fuentes de la ejecutiva advierten de que la dureza del PP no tiene por qué dirigirse a los mismos temas que en los pasados cuatro años y pronostican un cambio de objetivo hacia dos cuestiones también fundamentales para la estabilidad del país: la economía y la inmigración. Política más racional En esta última cuestión admiten, además, tener un flanco descubierto porque, a pesar de estar convencidos de haber hecho una política racional y más eficaz que la de los populares en el control de las fronteras y la devolución de inmigrantes en situación irregular el discurso personal de Zapatero sobre los inmigrantes se mueve exclusivamente en el terreno de los principios de solidaridad y respeto a los derechos humanos. «Y corremos el riesgo de acabar siendo acusados de ser como esa gauche divine francesa que en lugares como Marsella fue incapaz de ver lo que de verdad inquietaba a los suyos», admiten en Ferraz.