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Dirigentes socialistas dudan de la palabra del líder del PP y esperan un nuevo candidato

El PSOE cree que la permanencia de Rajoy le facilitará la victoria en el 2012

Blanco cree que Aznar tutelará el proceso y no descarta que vuelva a la primera línea

Publicado por
Paula de Las Heras - madrid
León

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«Mariano Rajoy es el mejor candidato que podríamos tener». No lo dicen en la calle Génova, que quizás también, sino apenas dos kilómetros más allá, en Ferraz, la sede del PSOE. La dirección socialista recibió el pasado martes la noticia de que el presidente del PP volverá a aspirar a la presidencia del Gobierno en 2012 con una mezcla de regocijo y prevención. Regocijo porque saben a lo que se enfrentan y creen que su designación allanará el camino para una nueva victoria de José Luis Rodríguez Zapatero. Prevención porque temen que aún no se haya escrito la última palabra y que se produzca un golpe de mano interno que cambie el escenario. Las opiniones están divididas. Casi, dicen fuentes del partido, al 50%. Los hay que creen que Rajoy cumplirá su palabra y se mantendrá al frente de la primera fuerza de la oposición hasta las próximas generales. Pero un importante número de dirigentes advierte de que hay que estar preparados para lo contrario. Su tesis es que el líder del PP ha sabido reaccionar con rapidez para evitar que su formación se devore a sí misma en el arranque de la legislatura y que ahora prepara una sucesión controlada de tapadillo. El secretario de Organización socialista, José Blanco, está persuadido de que será José María Aznar quien tutelará el proceso y ni siquiera descarta que el ex presidente del Gobierno vuelva a ponerse al frente del primer partido de la oposición para convertirse en una suerte de redentor redimido. En todo caso, no deja de tratarse de una opinión aislada apenas compartida por su entorno. La reacción del PSOE -tanto la de quienes piensan que Rajoy se irá como la de quienes creen que se quedará- denota aún así el convencimiento de que se trata de un rival fácil de vencer. Fácil de vencer por Zapatero, que a día de hoy no ha dado muestra alguna de no querer repetir como candidato socialista a la jefatura del Ejecutivo dentro de cuatro años. «Ya lo hemos hecho dos veces», remarcan. Los asesores de Zapatero insisten en que la principal debilidad del líder del PP es que ya fue Gobierno y que su figura se asocia a la de un período determinado que ya es pasado. Dicen que siempre tendrá difícil aparecer como una alternativa ilusionante, como el precursor de un cambio frente a un político más joven y más progre que él. Y que ni siquiera soltando lastre y formando un nuevo equipo podrá hacer frente a ese hecho. Uno miembro de la gestora que en el 2000 tuvo que lidiar con la dimisión de Joaquín Almunia tras su descalabro electoral subraya que la «renovación» del PP no es posible con Rajoy al frente del partido. Aún así, otros veteranos admiten que la situación es distinta porque el popular logró más apoyos el 9-M que en el 2004.