El coste de un escaño
A IU cada diputado le sale por 481.520 votos, mientras al PSOE le cuesta 65.471 sufragios de media y al PP 66.405
Gaspar Llamazares considera que él y el representante de Iniciativa per Catalunya, Joan Herrera, son los diputados con mayor caudal de apoyo. El líder de IU ha dividido todos los votos recibidos por su coalición e Iniciativa entre los dos escaños logrados, y concluye que sus actas parlamentarias han salido a 481.520 papeletas cada una ya que en las elecciones lograron 963.040 sufragios. La realidad es que Llamazares manipula los datos porque ha salido elegido con los 163.633 votos que sumó en Madrid, y Herrera, con los 154.399 que alcanzó en Barcelona. Con todo, son los escaños más caros de la legislatura pues ninguna fuerza requirió tanto respaldo popular para entrar en el Congreso. Ni siquiera la líder de UPyD, Rosa Díez, que obtuvo su acta por Madrid con poco más de 130.000 papeletas, aunque también apela a las 303.535 que logró su partido en toda España para subrayar la carestía de su asiento en la cámara baja. Estos tres diputados son los que han salido peor parados con el actual sistema electoral puesto que el resto de fuerzas tuvo que hacer inversiones bastante menores por sus escaños. El precio medio de cada uno de los seis diputado del PNV fue de 50.541 votos; el parlamentario de Nafarroa Bai por esa comunidad salió por 62.073 papeletas. Las dos fuerzas mayoritarias también consiguieron sus diputados por precios asequibles; el PSOE necesitó 65.471 votos de media por cada uno de sus 169 escaños, mientras que el PP requirió 66.405 de promedio para sus 154 parlamentarios. El resto de fuerzas nacionalistas pagó un coste mayor. El precio medio de los 10 diputados de CiU fue de 70.392 sufragios; el de los dos de Coalición Canaria se situó en 82.128; el de los tres de ERC, 98.824; y los dos del BNG, 104.521 cada uno. La media nacional fue que cada uno de los 350 escaños del Congreso costó 69.353 votos. Está claro que todos los votos no valen lo mismo.