El presidente podría crear un ministerio de Investigación y Desarrollo, con Sebastián a la cabeza
Zapatero planea un Gobierno con pocos cambios y centrado en la economía
El leonés José Antonio Alonso será el portavoz socialista en el Congreso
José Luis Rodríguez Zapatero regresará mañana de sus vacaciones en el parque de Doñana con la composición del nuevo Gobierno en la cabeza. Los socialistas no esperan ninguna revolución y creen que los cambios no irán más allá de la media docena de ministros. La innovación más llamativa estará en la estructura del nuevo Ejecutivo con la creación de alguna nueva cartera y la agrupación de competencias dispersas en varios departamentos. Tras la investidura de Rodríguez Zapatero se abrirá una etapa que será distinta a la vivida en los últimos cuatro años. Las prioridades serán otras, y las reformas territoriales y el diálogo con ETA no serán el eje de la agenda gubernamental como lo fueron en la anterior legislatura. Los pactos y la reactivación de la economía formarán los carriles por los que transitará el nuevo gobierno sin olvidar que tiene otras tareas pendientes, entre ellas el desarrollo de la normativa social aprobada en el anterior mandato, sobre todo las leyes de Dependencia e Igualdad, y el desbloqueo de la renovación de los órganos constitucionales. Tareas y caras nuevas A tareas nuevas, caras nuevas, pero sin exagerar, dicen en el PSOE. Rodríguez Zapatero todavía no ha dado pistas, salvo la continuidad de los dos vicepresidentes y que cambiará la estructura gubernamental. La creación de un Ministerio de Investigación y Desarrollo, o con otro nombre, pero dedicado a este capítulo, se perfila como una de las innovaciones. Este departamento, para el que se menciona a Miguel Sebastián, reagrupará las competencias dispersas de esta materia repartidas por Educación, Industria y Defensa, y es posible que su creación lleve aparejada el acta de defunción de la cartera que aún dirige Joan Clos. En los últimos días se ha especulado también con el futuro del actual titular de Defensa, José Antonio Alonso, a quien algunas fuentes sitúan en la portavocía del grupo socialista en el Congreso. El ministro, amigo personal de Rodríguez Zapatero, quiere dejar la cartera de Defensa y no se descarta que el presidente le coloque como su número dos en el Parlamento, un cargo desde el que tendrá que urdir los pactos políticos con las minorías para garantizar la estabilidad de la legislatura, y los acuerdos que el PSOE tendrá que alcanzar con el PP para desbloquear la renovación de algunas instituciones.