Mueren un padre y sus dos hijos disminuidos al quemarse su casa

Un hombre y sus dos hijos minusválidos psíquicos murieron en la madrugada de ayer al incendiarse su casa en el municipio coruñés de Aranga. El inmueble quedó completamente calcinado a pesar de la intervención de los bomberos de la vecina localidad de Betanzos. Los fallecidos son M.G.R., de 66 años, y sus hijos, M.G.A., de 39, y J.G.A., de 36, y sus cuerpos fueron localizados por los bomberos completamente calcinados. En el incendio perecieron también animales domésticos que se encontraban en las cuadras del sótano de la casa, entre ellos una vaca y su cría, y varias ovejas y gallinas. El edificio siniestrado era una vivienda unifamiliar de la parroquia de Vilarraso, construida básicamente con madera y con tejado de pizarra, que se desplomó sobre el resto del inmueble por efecto de las llamas. Primera llamada Aunque algunos habitantes del pueblo comentaron que los primeros indicios del incendio se observaron sobre la una de la madrugada, parece ser que el siniestro se produjo entre las 4.30 y las 5 de la mañana de ayer y a las 5.15 recibieron los bomberos la primera llamada de socorro. Tras su intervención, con ayuda de efectivos de la Guardia Civil, del 061 y voluntarios de la zona provistos de una motobomba, el violento fuego pudo ser controlado sobre las 9 de la mañana. Poco después los agentes pudieron acceder al interior del inmueble, donde fueron localizados los dos primeros cadáveres. Según el servicio de Emergencias-112, fue el padre quien dio la alarma, al percatarse del incendio cuando regresaba de trabajar de madrugada. Acto seguido trató de salvar a sus hijos y a los animales, cuando parece ser que el derrumbe del tejado lo alcanzó enterrándolo entre las cenizas y los escombros. Entre los escombros Cuando los bomberos pudieron acceder al interior se encontraron con los cuerpos calcinados de los dos hermanos minusválidos, y tardaron al menos dos horas en descubrir el del padre, que apareció en el sótano pasadas las 11 de la mañana, entre los escombros de lo que había sido la cuadra de los animales domésticos, cuando era buscado por los servicios de rescate de Bomberos y Protección Civil. Las tres víctimas vivían solas en la casa, tras el fallecimiento de la madre, hace año y medio. Aunque las causas de este siniestro todavía no se han aclarado, se presume que el incendio se originó en la vieja «lareira» de la vivienda con cuyo fuego mantenían el calor dentro de la casa. Tampoco se descarta un cortocircuito. Consternación La consternación se adueñó de Castrobó, parroquia aranguesa de Vilarraso, donde la familia desaparecida era muy estimada. Según los vecinos, el padre trabajaba en un bar cercano y era muy apreciado por todo el vecindario, consciente de los esfuerzos que el hombre tenía que realizar para sacar adelante a sus dos hijos dependientes, a los que mantenía en solitario desde el fallecimiento repentino de su esposa, en septiembre de 2006.