El principal acusado, en libertad con cargos y obligado a acudir al juzgado periódicamente
La titular del Juzgado de Instrucción número 4 de León decretó libertad provisional con cargos para el principal detenido por el presunto hurto cometido el pasado domingo en una nave de Onzonilla, en el que resultó muerta una de las personas que participaban en el desmantelamiento del cobertizo cuando la techumbre de éste se desplomó. El acusado, un hombre búlgaro vecino de Valencia de Don Juan que habría ideado el asalto de la nave, fue detenido dos días después del suceso por parte de la Guardia Civil y puesto a disposición judicial. En el momento de la detención, el detenido pasó por el Juzgado de Instrucción número 1, que se encontraba de guardia, aunque las diligencias corresponden al número 4, cuya titular ha visto indicios de un posible delito al obligar también al imputado a acudir periódicamente al Juzgado. Esta medida se suele adoptar para minimizar un posible riesgo de fuga, aunque el arraigo del detenido a León -tiene varias actividades empresariales, como bares, granja de cerdos y otros negocios relacionados con la compraventa de productos alimentarios- no sostiene en principio la hipótesis de una huida para sustraerse a la acción de la justicia. El hijo no llega al juez De momento, y según las mismas fuentes, es el único detenido presentado ante el Juzgado, por lo que el hijo del principal imputado, un joven de 19 años que resultó herido grave en el mismo suceso y que fue detenido también esta semana por la Guardia Civil, ha quedado inicialmente al margen de las diligencias. La investigación judicial tendrá que dar respuesta a los flecos que están sin resolver actualmente y determinar si puede existir una responsabilidad penal derivada de los hechos. Esta posiblidad sería remota si no se demostrase que existió una orden clara y directa para llevar a cabo el presunto hurto por parte del principal detenido, circunstancia que no es evidente a fecha de hoy. Su responsabilidad en la muerte quedaría diluida, por tanto, si la jueza llega a la conclusión de que todos los que se encontraban en la nave se habían puesto de acuerdo para desmontarla y sacar el hierro con fines lucrativos. En esta tesitura, el fallecido habría sufrido su propia imprudencia puesto que el siniestro se produciría en el curso de una presunta actividad delictiva. La investigación judicial tendrá que concluir con la calificación del posible delito imputado al principal detenido, si es que lo hay, y determinar cuál era la relación entre los participantes en el hecho denunciado. En principio, según fuentes consultadas y a falta de que avancen las primeras pesquisas, como mínimo se podría hablar de una tentativa de hurto.