Iglesias recuerda que el Estatuto de Aragón rechaza todos los trasvases
El presidente de Aragón, Marcelino Iglesias, afirmó ayer que debería ser el Consejo de Cuenca del Ebro el que se pronuncie sobre el proyecto de captación de agua del Segre que planea el gobierno catalán, y que Aragón se opone a cualquier trasvase porque así lo exige su Estatuto de Autonomía. En declaraciones a los medios de comunicación, Iglesias ha recordado que el Ebro es un río «común» que transcurre por ocho comunidades autónomas representadas en el Consejo de Cuenca. Para el presidente aragonés, es en el seno de este consejo donde se deberían debatir los planes catalanes de trasvasar agua del Segre al área metropolitana de Barcelona. Iglesias ha recalcado que la postura aragonesa será la de oponerse a cualquier trasvase de aguas de la cuenca del Ebro porque así lo obliga el nuevo Estatuto de Autonomía de Aragón. Ha recordado que como el río Ebro ya estuvo expuesto a un proyecto de trasvase a Valencia y Murcia, «establecimos algunas precauciones en nuestro texto estatutario y por eso las autoridades aragonesas no disponen de margen de maniobra, sino que están obligadas por el Estatuto de Autonomía».