El plan de movilidad se abre a la participación ciudadana para aumentar la sostenibilidad y productividad de la capital
León afronta el reto de equilibrar los transportes público y privado en 8 años
Sólo el 20% de los 250.00 viajes diarios en la ciudad se hacen en medios colectivos
Resta «un largo camino» para que «León sea, en un futuro cercano, una de las ciudades europeas referentes en desarrollo sostenible». Una ruta que queda «planificada a corto, medio y largo plazo» en el Plan integral de movilidad sostenible, que definirá «las acciones más ambiciosas para evolucionar» hacia «la potenciación del transporte colectivo de viajeros, la utilización de la bicicleta, la mejora de los itinerarios peatonales y la racionalización del uso del vehículo privado», según avanzó ayer el alcalde, Francisco Fernández, en la inauguración de la muestra del proyecto, que mantendrá durante un mes un tranvía en la plaza de San Marcelo y una cuidada exposición en el interior de la casa consistorial. El plan desborda la mera concepción de acciones para hacer «una ciudad más vivible» y abandera el uso del «transporte público como una medida de eficiencia económica que aporta a la ciudad más competitividad, algo que ya reclaman las empresas». «Cosas como la carga y descarga, que es un factor productivo», pero también «la necesidad o no del sistema de la ORA, la creación de aparcamientos disuasorios, la creación de un carril bus exclusivo o la implementación del tranvía al actual servicio de autobuses, que se mantendrá pero tendrá que ser reorganizado, porque no se pueden tener frecuencias de una hora», como explicó el concejal de Urbanismo, Francisco Gutiérrez, quien defendió que «la movilidad no puede ser un problema para los visitantes turísticos o comerciales, los empresarios y los ciudadanos». «Por ejemplo, si se restringe el aparcamiento, pero se conecta los barrios con frecuencias de 7 u 8 minutos se da una alternativa», expuso. El condicional utilizado por Gutiérrez para ejemplificar es una invitación a mejorar el registro que dispone que el 80% de los tránsitos en la ciudad se hacen en vehículo privado y tan sólo un 20 en transporte público». Datos que descubren que «el ratio de viajes en transporte público al año por habitante en San Sebastián es de 147 y en Santander de 102 », mientras que «en León es sólo de 18»; una inferioridad que el Ayuntamiento espera «duplicar o triplicar en los próximos cuatro años» como paso intermedio para que en el año 2016 «se llegue a un equilibrio entre el transporte público y el privado». La apuesta de la productividad se acompaña por el aval de «los criterios de sostenibilidad que posibiliten la creación de una ciudad más amable con sus ciudadanos y visitantes y respetuosa con el medioambiente», como concedió el alcalde; antes de que Gutiérrez apuntara que «para recorrer los mismos kilómetros un autobús gasta 40 litros y transporte a 50 personas, un vehículo gasta 9 litros y transporta a una persona, mientras que un tranvía consume también 9 litros pero transporta a 240 personas». Limitaciones y carencias En su discurso de presentación del plan, Francisco Fernández señaló que «más de cuatro mil encuestas telefónicas realizadas a los domicilios de los leoneses en los últimos meses» han permitido que se conozcan «las limitaciones y necesidades del transporte en la ciudad, pero también saber cuáles son las respuestas a estas carencias». «Cuando los leoneses responden a las deficiencias del transporte en la ciudad apelan a las dificultades de acceso desde algunas vías, la falta de espacios de aparcamiento y un sistema de transporte público lento. Reconocer estas carencias y afrontarlas es el reto, posible sin duda, que nos hemos marcado. Seis líneas de tranvía que conectan León de punta a punta, que permiten acceder de forma rápida y cómoda a cualquier punto y que interconectan los nuevos centros de desarrollo, urbanístico, económico y social», comprometió el alcalde de la capital, quien declaró que «la administración ha de erigirse en la primera en batallar por la sostenibilidad, por frenar la contaminación y el cambio climático», porque «el León del futuro, el León que queremos, parte de ahí».