El barco recogió víveres en Haradheere pero ahora no puede acercarse a las costas
Las milicias de Somalia expulsan al «Playa de Bakio» hacia mar abierto
El Gobierno confía en un pronto acuerdo ya que la negociación «va por buen camino»
Los piratas de Somalia que mantienen secuestrados desde hace seis días a los 26 tripulantes del Playa de Bakio, entre ellos cinco vascos y ocho gallegos, están teniendo problemas para moverse en su propio territorio y se sienten acosados. Somalia es un país caótico, sin autoridad y sumido en la guerra desde 1991, dividido en clanes y grupos rivales, y los piratas se están viendo obligados a mantenerse en el mar, sin poder desembarcar, donde son más vulnerables. El barco dejó la ciudad de Haradheere el jueves, a unos 400 kilómetros al norte de Mogadiscio, donde hizo acopio de víveres pero encontró la hostilidad de las milicias islámicas que controlan el lugar, y este jueves fue visitado en Qayrqabe, cerca de Hobyo, pero tampoco se puede acercar a la costa, según informaron las agencias Reuters y AFP, citando fuentes locales. Estas ciudades, en la región de Mudug, fueron en el pasado base de grupos de piratas, pero ahora los jefes de las tribus locales no los quieren en sus dominios. De hecho, según declaró el presidente de la región, Aweis Ali Said, «nuestros ancianos les convencerán para que dejen nuestra zona y si fracasa la diplomacia y es necesario nuestras tropas tienen el permiso para dispararles y echarles». Se refiere a las milicias que campan en cada parcela de poder del país, con o sin uniforme, dirigidas por jefes de clanes o señores de la guerra. Los piratas, por tanto, se ven en apuros, un factor que puede acelerar las negociaciones. Al mismo tiempo, ayer llegó la confirmación desde distintos ángulos de que las conversaciones «van por buen camino». Según fuentes de la negociación, ésta «sigue su curso».