Los piratas recibieron unos 700.000 euros, que fueron llevados en una lancha hasta el atunero
Liberados los tripulantes del «Playa de Bakio» tras el pago del rescate
El barco llegará el martes a las islas Seychelles, con la fragata «Méndez Núñez» como escolta
Después de una semana conviviendo con ellos a punta de rifle, llamando a casa sólo unos momentos cada día bajo su vigilancia, los piratas abandonaron el Playa de Bakio a las cinco y cuarto de la tarde, hora de la versión oficial. Para los 26 marineros del atunero de Bermeo, cinco vascos, ocho gallegos y trece africanos, terminaba una pesadilla que empezó el domingo anterior, a 6.000 kilómetros de casa. Por fin pudieron poner rumbo a Victoria, puerto base de la flota española del Índico en las isla de Mahe, en las Seychelles. Está a tres días de navegación y llegarán allí el martes, para después ser trasladados con un avión militar a España, donde llegarán el miércoles. La compañía ya está preparando el envío de un relevo para que se haga cargo del barco. El Playa de Bakio navega ahora escoltado por la fragata Méndez Núñez , enviada a la zona desde el Mar Rojo el mismo día del secuestro, y que ha permanecido en las inmediaciones del buque desde el miércoles para prestarle asistencia en cuanto fuera posible. El atunero vasco ha salido de esta aventura muy dañado, aunque puede navegar, según revelaron fuentes cercanas a la negociación. Los piratas lo han desvalijado y se han llevado todo lo que han considerado de valor, incluida gran cantidad de aparatos tecnológicos. Por esa razón apenas podía comunicarse, lo justo para decir que toda la tripulación estaba bien. Sus compañeros de la flota en Seychelles intentaron llamarles a los teléfonos que tenían y no funcionaba ninguno. Los secuestradores dijeron muy claro desde el principio lo que querían. Dinero. Un millón de euros, según supo El Correo el miércoles de fuentes muy próximas a las conversaciones. No es una cifra descabellada, pues tres semanas antes los piratas que secuestraron el yate de lujo Ponant en la misma zona consiguieron 1,4 millones, según los medios franceses. Este sábado dio una cifra similar Abdisalam Jalif Ahmed, el presidente de la autoridad portuaria de Haradhere, la localidad cercana al lugar donde fondeó el barco, que habló de 1,2 millones de dólares, unos 766.000 euros, en declaraciones a la agencia Reuters. Según explicó, el botín llegó al Playa de Bakio en un barco pequeño. Después los piratas abandonaron la nave y llegaron a la localidad de El Hud, donde alquilaron unos coches y huyeron. También situó la hora de la liberación a las tres, hora española, unas dos horas antes de la versión oficial. La negociación no se ha desarrollado en Londres ni en ninguna gran capital financiera, como han informado algunos medios, sino en el municipio vizcaíno de Getxo, donde vive el gerente de la empresa Pevasa (Pesquería Vasco Montañesa), propietaria del atunero y con sede en Bermeo. Él solito con su teléfono. Como confirmó el consejero vasco de Agricultura y Pesca, Gonzalo Sáenz de Samaniego, ha sido «el armador», es decir la empresa, porque hay varios armadores en ella, quien ha llevado «exclusivamente» la negociación, que ha sido «muy compleja».