Preocupación por el futuro del sector

La flota sigue muy preocupada por el futuro del negocio, es el tema de conversación recurrente, y está esperando una solución de verdad contra la piratería. Pero, de momento, Julen Eguía y sus compañeros aprovechan para descansar y mañana estarán en el muelle para recibir a sus compañeros del Playa de Bakio. La empresa propietaria del barco, Pevasa, ya envía este lunes a las Seychelles al relevo de la tripulación secuestrada, aunque lo primero será ver el estado del barco, que ha sufrido serios daños. El inspector de la compañía en Victoria, Iñaki Fernández, será el primero en subir a bordo, saludar a los marineros, darles un abrazo y estar ahí para lo que necesiten. Entre el personal que envía la firma habrá también un responsable que hará las veces de portavoz, pues se espera que a partir de este lunes lleguen más periodistas y se quiere liberar de presión en lo posible a la tripulación. «Están agotados, física y mentalmente», explica la empresa. De hecho este domingo, tras hablar con la familia y los medios, casi todos apagaron los teléfonos. Entretanto hay algunos preparativos para poner en pie un mínimo recibimiento, dentro de las dificultades que conlleva la lejanía del lugar y el poco tiempo disponible. El Gobierno confirmó que enviará al secretario general del mar, Juan Carlos Martín Fragueiro, y baraja la idea de enviar, o bien al embajador en Kenia, Nicolás Martín Cinto, que ha participado activamente en la liberación con su viaje a Mogadiscio, o a la embajadora en Etiopía, que tiene jurisdicción sobre las Islas Seychelles, María del Carmen de la Peña. Se espera que el Playa de Bakio llegue a Victoria por la tarde, según las condiciones del mar, y lo más seguro es que pasen poco tiempo en la isla. «Tal como están no les puedes dejar en el barco, o meterles en un hotel, lo que quieren es llegar», dice la compañía. Un avión militar les llevará a España, donde llegarán el miércoles.