Diario de León

Hace un año aseguró no tener «constancia» de que el local fuera utilizado por grupos ilegalizados

Garzón clausura la sede de ANV en Portugalete, la última que estaba abierta

La policía retiró una decena de cajas de documentación antes de precintar el local

Un simpatizante de ANV junto a un policía en la sede clausurada

Un simpatizante de ANV junto a un policía en la sede clausurada

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M. Sáiz-Pardo / J. García - madrid / bilbao
León

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El juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón clausuró ayer el local que Acción Nacionalista Vasca (ANV) tenía en la localidad vizcaína de Portugalete. Era la última sede abierta del partido independentista, suspendido el pasado 8 de febrero por su supuesta sumisión al «frente institucional» de ETA. Agentes de los servicios de Información de la Policía, ayudados de funcionarios judiciales y antidisturbios, registraron durante cuatro horas el bar de la calle Santa María, en la parte vieja del pueblo, del que se llevaron una decena de cajas de documentación antes de proceder a su precintado. Según informaron mandos de la lucha antiterrorista, la orden de cierre del establecimiento, abierto poco después de la muerte de Franco, se basa en recientes informes de la Comisaría General de Información (CGI) de la Policía enmarcados en el sumario 4/08, en el que Garzón ha fundido sus investigaciones sobre ANV, el Partido Comunista de las Tierras Vascas (PCTV) y la Mesa Nacional que dirige Batasuna tras su ilegalización por el Tribunal Supremo en 2003. Esos documentos señalan que el local, además de albergar actividades hosteleras, funciona como sede del partido independentista, lo que vulnera el auto de suspensión de actividades de febrero, que ordenaba a las fuerzas de Seguridad identificar y proceder al cierre de todas las instalaciones de ANV, además de cortar todos los suministros (agua, luz, teléfono, gas...) a estos establecimientos. La Policía recuerda en sus informes a la Audiencia Nacional que en el exterior del edificio hasta ayer eran visibles el anagrama y la siglas de la formación y que su fachada estaba adornada con una bandera de Acción Nacionalista Vasca, que este lunes fue retirada por los agentes que intervinieron en el dispositivo. El presidente de ANV, Kepa Bereziartua, presenció el registro y aseguró que, aunque el local pertenece al partido suspendido, en la actualidad sólo funcionaba como un bar más de la zona. Era el único inmueble que figuraba a nombre de ANV antes de que el partido concurriese a la elecciones municipales de mayo de 2007 tras varias décadas de letargo político. Cambio de opinión El 28 de abril de 2007, el juez Baltasar Garzón había rechazado, a pesar de la insistencia de la Guardia Civil, precintar la sede de ANV en Portugalete porque, según aseguraba entonces, no había indicios de que el local fuera utilizado por organizaciones ilegalizadas del entorno etarra. El magistrado argumentaba entonces «que ni existe constancia de que esa sede se haya utilizado por Batasuna o alguno de sus responsables para cuestiones orgánicas o clandestinas» ni que ese local fuera «algo diferente a un negocio de hostelería en el que se coloca propaganda de la izquierda abertzale». Así, sentenciaba que el bar «no está al servicio de la izquierda abertzale, ni sirve de financiación a estructuras ilegales». Durante el registro de este lunes, una veintena de personas se manifestaron en las inmediaciones de la sede con una pancarta en la que se podía leer en euskera «No nos callaréis» y que lanzaron consignas contra las fuerzas de Seguridad. Los momentos de mayor tensión coincidieron con el levantamiento del cordón de seguridad. Media docena de agentes obligaron a los radicales a retirarse y franquear el paso los furgones. Los concentrados se resistieron, lo que obligó a los policías a empujarles mientras recibían insultos. El cierre de la última sede del partido «ekintzale» se produce después de que el miércoles de la pasada semana el magistrado Garzón encarcelase a la alcaldesa de ANV de Mondragón, Inocencia Galparsoro, acusada también de quebrantar el auto de suspensión de actividades de la formación. La izquierda abertzale emitió un comunicado en el que calificó de «muy graves» el encarcelamiento de Galparsoro y el cierre de la sede.

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