«Todo sigue igual o peor»
La Junta anunció en el año 2006 que asumiría la gestión del embalse ante el «despilfarro de agua y dinero» que suponía su inoperatividad. El PSOE denuncia dos años después que las cosas no han cambiado
«Todo sigue igual o peor», denuncia la procuradora socialista por León Victorina Alonso. Igual, porque administrativamente no se ha avanzado. Y peor, porque la situación de los pueblos de Maragatería cuyos acuíferos están contaminados por arsénico requiere una solución urgente pero definitiva, y todo apunta a que un encauzamiento de las aguas del embalse permitiría crear una red integral de abastecimiento para, al menos, 50 pueblos. La propuesta sería rentable si la Administración autonómica, la Diputación y los ayuntamientos implicados acordasen un frente común para abordar un problema que podría intensificarse con la inminente llegada del verano y el probable descenso del agua acumulada en los acuíferos de esta comarca. Órdago de los pueblos Los pueblos afectados ya han lanzado su envite. Han convocado a la consejera de Medio Ambiente y a la presidenta de la Diputación, entre otros cargos, el día 22 en Nistal de la Vega para presentarles sus reivindicaciones. Se da la circunstancia de que son varios los municipios que han solicitado a la Confederación Hidrográfica del Duero que actúe de intermediaria y logre que la puesta en operación del embalse con el objetivo de destinar su agua al abastecimiento de poblaciones. A este respecto la institución responde que, a pesar de velar porque la seguridad de las presas sea conforme a la legislación vigente, la competencia sigue siendo de la Junta de Castilla y León. Y matiza que cualquier actuación debe desarrollarse a través de la Consejería de Medio Ambiente y no la de Agricultura, actual titular de la presa. Como Valtabuyo En septiembre del 2006, el Pleno de las Cortes de Castilla y León asumía una proposición no de ley presentada por el PSOE, dirigida «a corregir la situación de despilfarro de dinero que supone hacer unas presas que acaban abandonadas, afectando a la seguridad de las personas que viven aguas abajo y contribuyendo a algo tan intolerable como es el desperdicio de agua». La proposición, defendida en su día por el procurador Antonio Losa, parecía haber cambiado la política de embalses que la Junta había mantenido hasta ese momento al haber asumido la dirección y explotación de las grandes presas de Castilla y León construidas para el regadío. Desde entonces, no ha vuelto a trascender ninguna opinión de responsables políticos de la Junta a cerca de los embalses que afectaba esta medida y que se han quedado en el olvido: Valtabuyo y Villagatón. «Se hizo por decreto» Desde el punto de vista de la procuradora Victorina Alonso, la decisión de la Junta de haber cedido en su día los embalses a las comunidades de regantes «es nula de pleno derecho» por muchos motivos, pero principalmente porque se hizo por decreto, sin solicitud previa de los nuevos concesionarios, de los que tres no existen.