Fernández: «Bruselas no va a salvar las deficiencias estructurales»
Los términos son importantes. «No es un cierre, es una suspensión de actividad», deslinda el delegado de la Junta en León, Eduardo Fernández, quien explica que el Ayuntamiento «conoce desde hace tiempo las deficiencias» de la instalación». «La última vez que se puso de manifiesto fue en febrero y no han sido arregladas», subraya el representante del PP, después de que la administración a la que representa emitiera ayer la orden que deja en suspenso el matadero municipal de León, un día después de la entrada en servicio de Felipe Zapico como relevo del jefe de Sanidad territorial, Santiago Travieso. El interrogante se muestra ahora a espaldas de Ponferrada, que ayer consiguió la autorización para volver a funcionar. «La diferencia está en que allí me reuní con el alcalde para tratar el tema, han hecho un estudio de las reformas para poder seguir en marcha, han contratado las 17 obras necesarias y han pedido el alzamiento de la medida», enumera el delegado de la Junta, quien se abre a «mantener con el alcalde de León, si lo pide», un encuentro en el que «poder conseguir lo mismo». Que no se resbalen las vacas El Ayuntamiento de la capital leonesa, propietario de la infraestructura, «sabe las condiciones que tiene que cumplir si quiere mantener la actividad», que «no plantean un problema sanitario, pero sí de bienestar animal». «Por ejemplo, poner en el suelo de algunas salas superficie antideslizante para que no se resbalen las vacas», detalla Fernández. Pero el problema no es tan simple como en el ejemplo. En las próximas semanas, la UE iniciará una serie de inspecciones. Entonces, «en ambos casos», Ponferrada y León, «hay deficiencias estructurales importantes que no va a salvar Bruselas». «No es problema de que la Junta cierre el matadero, sino de que Bruselas no permite que se mantenga en sus condiciones», insiste el delegado de la Junta en León.