«No hay control alguno sobre las 2.500 policías locales de España»

Es desde hace quince años el líder del sindicato mayoritario de policía, el SUP. Luchó en la transición contra las redes de corrupción en el cuerpo y se convirtió en defensor a ultranza de una policía moderna y respetuosa con las libertades civiles. Desde hace años viene denunciando la falta de control en las policías locales. Coslada parece haberle dado la razón. -¿Qué ha fallado en Coslada para que durante 22 años nadie haya actuado contra una red conocida por todos? -Cuando no hay controles simplemente no falla nada. No hay control ni sobre la policía de Coslada ni sobre los más de 2.500 cuerpos de policías municipales que hay en España. Es un fallo del sistema que deberíamos corregir pronto para incrementar la calidad de nuestra democracia. -Extorsiones en Coslada, palizas en el Metro de Madrid, malos tratos en comisaría, ¿son casos aislados? -¡Ojalá! Es difícil saberlo porque no hay ningún organismo, juzgado, cuerpo policial o estamento que controle, unifique y estudie estas denuncias. Nadie se encarga de sumarlas o investigar lo que pasa. Sobre Coslada había rumores hace muchos años, como los hay sobre otros cuerpos, pero hay que investigar y recopilar pruebas para actuar y eso casi nunca se hace. -Hay instrumentos para detectar la corrupción en los cuerpos de seguridad? ¿Y en las policías municipales? -En los cuerpos estatales hay unidades de asuntos internos, con pocas personas, pocos medios y sin un protocolo claro de actuación. Es decir, dependen de órdenes del mando que pueden ser subjetivas y sin la necesaria autonomía profesional. Pero al menos existen y tienen un efecto disuasorio. En la mayoría de las policías locales no hay nada. -¿Son la policías locales unos reinos de taifas al servicio de los poderes municipales? -Sí. Y las fuerzas de seguridad del Estado están al servicio del gobierno de turno. Y los más de 100.000 miembros de la seguridad privada de quien les paga. Todos estamos excesivamente politizados: las locales, la nacional, la Guardia Civil y las autonómicas... Los sistemas de provisión de puestos fomentan esta politización.