La Audiencia confirma que poner nombres de etarras a calles es delito

La Audiencia Nacional confirmó ayer que poner nombres de etarras a calles o plazas de poblaciones del País Vasco y Navarra es un delito de enaltecimiento del terrorismo, penado con hasta dos años de cárcel. La Sección Tercera de lo Penal aclara que el encaje de estos hechos en el tipo delictivo es evidente si se tiene en cuenta que «la colocación en un lugar público de una placa dedicada a una persona determinada tiene como finalidad enaltecer, ensalzar u homenajear a aquella, no menospreciarla», justo el comportamiento que castiga el Código Penal en su artículo 578 cuando se trata de terroristas. La Audiencia Nacional se pronuncia así por primera vez sobre el particular en un auto por el que ordena al juez instructor Santiago Pedraz que reabra la investigación contra el alcalde de Arrigorriaga, el militante del PNV Alberto Ruiz de Azúa, que el magistrado archivó hace dos meses. La asociación Dignidad y Justicia se querelló en enero contra Ruiz de Azúa porque la localidad vizcaína mantiene una plaza a nombre de José Miguel Beñarán Argala ex jefe militar de ETA asesinado en 1978 por grupos parapoliciales.