Diario de León

| Entrevista | Dan Attoe |

«Cuando piensas demasiado eres muy estúpido para comprender»

El artista norteamericano Dan Attoe inaugura hoy la nueva temporada artística del Laboratorio 987 con una exposición pictórica titulada «American Dreams»

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Cristina Fanjul - león
León

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Dan Attoe ha compuesto una sinfonía onírica en el Laboratorio 987 del Musac. El artista americano presenta una exposición en la que la poesía visual se diluye entre preciosistas imágenes apocalípticas en las que nada -o tal vez lo sólo lo que elija el público- carece de explicación. American dreams puede ser visto justamente como lo contrario de lo que trata de significar. Con un estilo a medio camino entre El Bosco y William Morris Hunt, los sueños americanos de Attoe son una llamada de atención de los problemas a los que se enfrenta el futuro del planeta. Pero con el fin de cumplir con el título del proyecto, el artista ha teñido todos los lienzos con el polvo del subconsciente. Porque como él mismo dice, cuando pensamos de manera racional, somos demasiado estúpidos para comprender. -¿Qué es «American dreams»? -Es la necesidad de comunicar algo nuevo y de una nueva manera. Con ella he intentado dejar testimonio de nuestro tiempo para que la gente del futuro pueda comprenderlo mejor. -Pues va a tener sentimientos duales, porque usted no da nada por sentado -Hay demasiadas cosas en juego hoy en día. Cualquiera que esté en el mundo es consciente de los peligros que entrañan las guerras, de las crisis ali mentarias que sufre la mayor parte de la población, del maltrato al medio ambiente... Todo ello me preocupa muchísimo. Mi padre era guarda forestal, así que siempre he estado preocupado por los temas medioambientales. No obstante, sólo se vive una vez, con lo que no puedes tratar todos estos temas sin sentido del humor. -¿Por qué ese lenguaje tan onírico para expresar todas estas preocupaciones? -Porque creo que da a la gente un referente para enfrentarse a sus propias preocupaciones. Mi intención, como le dije antes, es conseguir que todas estas piezas sean un referente en el futuro de lo que está ocurriendo en la actualidad. Trato de que alguien, viendo mi obra piense 'vaya, eso mismo es lo que yo siento, estoy de acuerdo con esta visión'. -Algunas veces es a través de los sueños que comprendemos la realidad. Tal vez por eso ha creado este mundo tan onírico -El sueño es algo que me fascina. Creo que se trata de un proceso prodigioso y complicado. Cuando sueñas, cuando no eres consciente, es cuando tienes la libertad de ser tú mismo. Cuando pensamos demasiado, a veces somos excesivamente estúpidos para comprender. No somos tan inteligentes como para dirigirnos a nosotros mismos. -Es como las palabras, que no son más que trampas. -Si, somos muy torpes. Bob Dylan decía que cuando escribía su música siempre trataba de capturar lo que veía en el rincón de su mirada y no lo que tenía delante, porque a veces todo se esfuma cuando lo miras de frente. -Sus obras, siendo muy nuevas, se expresan con un lenguaje muy barroco. ¿Cómo define su estilo? ¿Cómo llegó a él? -Para mí es un lenguaje a través del que puedo expresar mejor mis inquietudes. El paisaje forma parte de mi background y mi formación es clásica, una práctica que me ha ayudado muchísimo. -Durante una época pintó un cuadro al día. Algunos de ellos forman parte de la actual exposición. ¿Cuál fue la razón de este experimento? -Comencé en 1997 y lo hice por muchas razones, entre ellas para registrar mi propio desarrollo. Es decir, fue una cuestión personal, un acto que respondía a mis propios propósitos y, al tiempo, me llevaba a compartir con los demás lo que sentía. En cierto modo, ocurrió en un momento de frustración en el que no era capaz de comprender nuestra historia y no me sentía ligado a ningún movimiento artístico en particular. Así que comencé a pintar un cuadro al día. Algunos eran abstractos, otros realistas, algunos otros fueron tan sólo cartoons... Pensé que era mejor desarrollar todas las ideas y la información que bullía en mi cabeza en lugar de pasar meses desarrollano tan sólo una. Había un gran número de problemas, de preocupaciones psicológicas, filosóficas, políticas a las que quería referirme. Quería de alguna manera trasladar esta sensibilidad al mundo. -En cierto modo es como la tarea del escritor. De hecho, sus lienzos están llenos de citas, de reflexiones poéticas que hacen referencia al cuadro. Un ejemplo: «Your spirit is a dirty thing; it's made of blood spit...» -Si. Para mí la literatura siempre ha estado implicado en el proceso artístico. La lectura es imprescindible en mi mundo. Mi madre era periodista y siempre me inculcó la necesidad de escribir. Es algo que forma parte de mi personalidad, como la pintura. -¿Qué escritores han influido más en su trabajo? -Principalmente, escritores naturalistas, como David Quammen. Pero también me apasiona Charles Bukowski o Hunter S. Thomson. En estos momentos estoy leyendo mucha filosofía. Me interesa los distintos modos que tenemos de entender el tiempo, cómo lo intuimos y los distintos caminos que puede tomar. -Qué espera que sientan los visitantes que se aventuren en «American dreams»? -Espero que disfruten. Que sientan que en esta exhibición hay cosas de las que reirse, cosas que realmente provocan fascinación, que hacen llorar o sentir miedo.

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