Un jurista con dos carreras

Está publicado. En una recepción que concedió Su majestad el Rey a los miembros del Tribunal Constitucional, Roberto García-Calvo explicó a don Juan Carlos el motivo por el que La Bañeza debía figurar en el Guinnes: se trata de una pequeña ciudad que, sin embargo, ha aportado dos de sus hijos al Tribunal Constitucional, sin olvidar que su actual presidente, María Emilia Casas Baamonde, residió varios años en ésta, por un destino laboral de su padre. Roberto García-Calvo, nacido el 14 de junio de 1942, fue el segundo bañezano en ser designado para ocupar uno de los doce miembros del alto órgano jurisdiccional, después que Gloria Begué Cantón, cuya designación se produjo en 1980. María Emilia Casas volvió ayer a La Bañeza, donde estudió en el mismo colegio que García-Calvo, Nuestra Señora del Carmen. Compartieron pupitres y la judicatura los volvió a unir. García-Calvo, que recibió la alubia al bañezano del año en septiembre del 2002, presenta un currículo envidiable, en el que se conjugan dos carreras, la de fiscal y la de juez. De los Maristas de León pasó a las universidades de Salamanca y Oviedo, fue el número uno de la XVII Promoción de la Escuela Judicial en 1968 -fue como opositor a la Escuela Judicial cuando conoció a su mujer, María José Haya Galdón-. Ejerció como fiscal hasta su nombramiento como gobernador civil en 1976. Fue elegido como vocal de Consejo General de Poder Judicial en 1987 y se incorporó a la Sala Segunda del Tribunal Supremo como Fiscal en 1990, de la que sería magistrado en 1995. Fue nombrado miembro del Tribunal Constitucional en octubre del 2001.