El aparato militar de los terroristas sigue intacto bajo el control de Txeroki y Gurbitz
Interior teme un atentado de ETA para vengar las detenciones de Burdeos
El comando Vizcaya, el ariete tras la tregua, podría ultimar ataques contra la Guardia Civil
Alerta máxima. Tanto el Ministerio como la Consejería vasca de Interior esperan una inminente ofensiva de ETA como respuesta a la caída del aparato político de la banda en Burdeos con la captura de Francisco Javier López Peña y cinco de sus más estrechos colaboradores. Los expertos de ambos departamentos reconocen que el importante golpe de esta semana a los ideólogos terroristas en Francia no ha afectado en absoluto a la capacidad operativa de la banda y que la dirección de los comandos, independiente del grupo desmantelado, sigue intacta, a las órdenes de Garikoitz Aspiazu Txeroki y Aitzol Iriondo Gurbitz . La Ertzaintza distribuyó el martes una circular interna entre sus unidades en la que recuerda a los agentes la necesidad de «extremar la vigilancia» ante posibles atentados, tanto contra los propios ertzainas como «contra objetivos ciudadanos, especialmente en el entorno de determinadas formaciones políticas, de sus miembros y de sus sedes». La instrucción, informó el departamento que dirige Javier Balza, insiste en «la necesidad de incrementar las propias medidas de autoprotección». Según la consejería vasca, el riesgo se ha «acentuado» tras los últimos éxitos en «la lucha policial contra la organización terrorista». Interior, por su parte, puso en alerta a todos sus efectivos el martes por la noche, horas después de que Rubalcaba, tras su apresurada vuelta de África, se reuniera con la cúpula de su departamento. La conclusión de aquel encuentro fue unánime: el golpe de Francia es muy relevante pero no afecta a la operatividad de los comandos, que desde hace lustros actúan de manera totalmente independiente de la cúpula política de ETA.