El municipio exige la mitad del agua para susregantes y pide que se compense el excedente
La contaminación de los acuíferos de varios pueblos de La Maragatería por arsénico no asumible y las reivindicaciones vecinales para encauzar agua desde el abandonado embalse de Villagatón con destino al abastecimiento de estas poblaciones ha provocado la lógica reacción del alcalde del municipio cepedano que alberga la polémica presa. Benjamín Geijo, ante la petición de agua desde los pueblos con arsénico en sus acuíferos -los vecinos de varias poblaciones maragatas siguen bebiendo de garrafas cuatro meses después de desatarse el escándalo de Nistal de la Vega-, fue rotundo: «Es irrenunciable para nuestro municipio que el agua de Villagatón se destine al regadío de estas tierras, que para eso fue construido». Geijo añadió: «Los pueblos del arsénico necesitan una solución urgente, pero no en detrimento de mi municipio». Exigencias Villagatón no se opone a que se lleve el agua sobrante a otras zonas de la provincia, pero teniendo en cuenta que el pantano lleva 14 años acabado y sin uso alguno, mantiene una serie de exigencias. Por un lado, que se construyan las canalizaciones principales para llevar el regadío a 800 hectáreas del municipio. Además, el alcalde considera que, si se aplican nuevas tecnologías, los regantes de Villagatón sólo requerirán el 50% del agua embalsada. «El resto se la pueden llevar si quieren, pero tenemos que hablar de compensaciones para los regantes, no sólo del pago de las expropiaciones de las fincas», indicó. «Todo lo que hagan -advirtió el alcalde- debe contar con la conformidad de mi municipio. Todo es dialogable, pero nadie puede saltar por encima de nadie para solucionar su problema», afirmó en referencia a la petición del agua por parte de su homólogo en San Justo de la Vega, Avelino Vázquez. Expropiaciones Benjamín Geijo recordó que la Junta todavía sigue sin pagar las expropiaciones de las fincas, otra de sus exigencias «irrenunciables». Se trata de tierras que en su día no tenían un gran valor, pero al menos piden «una cantidad razonable». Durante la construcción del embalse se hablaba de 36.000 euros -seis millones de pesetas de la época-, pero los propietarios exigen una actualización de esta cantidad. En tal sentido, el alcalde ha pedido a la Junta que no llene el pantano, pues de esta forma no existe ocupación de fincas, pero hasta la fecha la Consejería de Agricultura, a quien iba dirigida su petición, no le ha contestado.