La reforma de la estructura del PSOE no la admiten Madrid y Valencia

La reforma orgánica del PSOE que José Luis Rodríguez Zapatero quería sacar adelante en el próximo Congreso del partido -el 4, 5 y 6 de julio- no será sencilla. Zapatero pretendía aprovechar este período de aparente calma entre sus filas para solucionar un problema que viene de lejos, pero al que hasta ahora nadie se había atrevido a meter mano: una excesiva atomización del poder a la que contribuyen estructuras como las comarcales o la falta de órganos de índole municipal. Pero ya se ha encontrado con algunas resistencias. La principales, de Madrid y Valencia. En el congreso se verán numerosas enmiendas en las que recuperan la discusión sobre la necesidad de una ley de plazos que regule el aborto. También se reabrirán debates que ya se plantearon en la convención para aprobar el programa de las elecciones y que se acallaron con una redacción ambigua, como la relación con la Iglesia.