OPINIÓN
Líder moderna y con coraje
MARÍA Dolores de Cospedal es el polo opuesto a la imagen que la sociedad tiene de la mujer de derechas. Joven, moderna, divorciada y madre de un niño por inseminación artificial, acumula a sus 42 años un enorme bagaje político y amplia experiencia como gestora. En su haber tiene el mérito de haber quebrado en las últimas autonómicas el poder casi monolítico de José Bono en Castilla-La Mancha. Nacida en Madrid, inició su trabajo en la administración como abogada del Estado. En 1997 entró en la política de la mano del entonces ministro de Trabajo, Javier Arenas. Tras una corta misión en la Embajada de España en Estados Unidos, regresó a Trabajo y de allí pasó a Administraciones Públicas antes de recalar en Interior, donde la comisión le tocó vivir el momento más amargo de su carrera política, el 11-M, cuando se ocupó de organizar la gigantesca morgue de la Feria de Madrid con los 191 asesinados. Tras la derrota electoral, la recuperó Aguirre para la Comunidad de Madrid, pero emigró a Castilla-La Mancha, donde logró el 42% de los votos.