| Crónica | El dinero de las drogas |
Tres novias tiene Baión
Las bodegas Marqués de Riscal, Condes de Albarei y Martín Códax se disputan el pazo del narco Laureano Oubiña, que será adjudicado mañana en más de trece millones por el Plan Nacional sobre Drogas
El pazo de Baión tiene una finca de 33 hectáreas de viñedo
La mesa de adjudicaciones del Plan Nacional sobre Drogas adjudicará este lunes el Pazo de Baión y su plantación de vino Albariño a una de las tres bodegas que han sido seleccionadas tras ofertar un precio superior a los trece millones de euros por la explotación vitivinícola. Freixenet, que la gestiona en régimen de alquiler desde que fuera expropiada al conocido narcotraficante Laureano Oubiña, ha quedado fuera de la puja al haber presentado la más baja de las cuatro ofertas. Las tres firmas que concursan son las bodegas Marqués de Riscal, Condes de Albarei y Martín Códax. El Pazo de Baión está ubicado en el municipio pontevedrés de Vilanova de Arousa y había sido adquirido por Laureano Oubiña y Esther Lago en 1985 mediante una sociedad llamada Oula (Oubiña Lago). La pareja propietaria se casó en segundas nupcias en 1987, y de su unión nacieron dos hijas. Aquel símbolo del poder del narco fue embargado en 1995 para responder de la multa de 15 millones de euros impuesta al matrimonio en el juicio de la operación Nécora en abril de 1994. Tras la incautación, el Pazo de Baión pasó al Plan Nacional sobre Drogas, que lo alquiló a Freixenet hasta que se celebrase la subasta concluida el pasado día 20. Se trata de una propiedad que incluye un edificio de dos torres almenadas de tres plantas y un cuerpo central de dos. En su entorno, una finca de 33 hectáreas que el matrimonio Oubiña acondicionó para plantar cepas viejas de la variedad Albariño. En la actualidad, la bodega comercializa dos marcas de manovarietales, Pazo de Baión y Vionta. El proceso de adjudicación pasó por diversas vicisitudes, incluido un recurso de las dos hijas de Oubiña ante el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo para que se paralizase la subasta porque podría lesionar sus derechos como herederas de Esther Lago, fallecida en un accidente de tráfico en 2001, poco tiempo después de salir de prisión. La corte europea desestimó el recurso y se reinició el proceso de adjudicación, que dejó a tres firmas como únicos concursantes. Entre las condiciones que el Plan Nacional sobre Drogas ha fijado para la adjudicación del Pazo de Baión figura la de que una parte de los beneficios de la explotación reviertan en la rehabilitación de drogodependientes, además de la obligación de emplear a jóvenes rehabilitados o en proceso de rehabilitación.