Populares y socialistas unen sus votos para dar el «sí» al Tratado de Lisboa
El Congreso de los Diputados aprobó ayer por amplísima mayoría, 322 votos a favor frente a sólo seis en contra y dos abstenciones, la ratificación del Tratado de Lisboa para la reforma de la UE, suscrito por los Veintisiete el pasado 13 de diciembre en la capital portuguesa. Salió adelante gracias al respaldo de PSOE, PP, CiU, PNV, CC y UPyD, con la oposición de ERC, IU y BNG, y la abstención de ICV y NaBai. Este tratado es, en la práctica, una modificación del Tratado de la UE y del Tratado Constitutivo de la Comunidad Europea, y sustituye a la constitución europea que los españoles aprobaron en 2004 en referéndum. Antes de su incorporación al ordenamiento español, deberá recibir el refrendo del Senado. El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, defendió esta reforma ante la cámara baja y expresó la voluntad del Gobierno de que el Senado cumpla ese trámite «cuanto antes», sin esperar a octubre, como estaba previsto, para ratificarlo. Desde la tribuna, el jefe de la diplomacia dejó claro el «compromiso firme» de España con esta reforma, con una Europa «con ambiciones políticas y eficaz», que debe ser «más que un espacio económico» y poder afrontar los retos del próximo siglo, entre los que citó la inmigración ilegal, la lucha contra el cambio climático y las carencias energéticas. La ratificación del Congreso llega dos semanas después de que Irlanda rechazara, el pasado día 12, ese nuevo marco en un referéndum. La decisión de los irlandeses, que son menos del 1 por ciento de los habitantes de la UE, ha provocado una nueva crisis al poner en peligro la implementación de un acuerdo consensuado por los Veintisiete tras muchas dificultades. Moratinos admitió que la negativa de los irlandeses ha abierto «algunos interrogantes», pero confió en que al final el tratado saldrá adelante. «Lo necesita España y lo necesita la Europa del siglo XXI», concluyó. Hasta ahora, lo han ratificado los parlamentos de 19 países, el último Reino Unido, la semana pasada. Faltan todavía Italia, Bélgica, Suecia, Chipre, Países Bajos y República Checa, junto al sí definitivo del Senado español.