La Junta elevará la deuda pública a 156 millones para afrontar la crisis

Desde hace meses los castellanos y leoneses, como el resto de españoles, convivimos con una crisis económica primero negada, luego rebautizada como desaceleración y, finalmente, aceptada por el gobierno nacional. Así que no es de extrañar que Juan Vicente Herrera centrara su discurso sobre el estado de la comunidad en las dificultades económicas que atraviesa el país. En base a este mal momento, el presidente de la Junta anunció varias medidas encaminadas a paliar la crisis, sobre todo entre los sectores más débiles como el medio rural o los dependientes. Por ello, anunció el refuerzo de la inversión pública por importe de 315 millones de euros, con un endeudamiento adicional de 156 millones. Herrera recordó las famosas 27 medidas que el pasado mayo aprobaron desde la Junta para poner freno a la caída económica que tanto preocupa a los ciudadanos. Pero el presidente no quiere hacer este camino solo; Herrera pretende, y así se lo comunicará José Luis Rodríguez Zapatero, que el Gobierno central coordine las medidas puestas en marcha por las comunidades autónomas para reducir los efectos de la crisis. Todo ello a pesar de que los castellanos y leoneses disfrutan de una situación menos preocupante, al calor de las cifras dadas desde la propia Junta, con un «crecimiento mayor» y una «mejor evolución del empleo». Las palabras de Herrera giraron en torno a cinco pilares «de interés general y social» que marcarán la acción del gobierno autonómico: las políticas sociales, las referentes a la población, la financiación autonómica, el desarrollo estatutario y la imagen de Castilla y León. Dentro de la política social, en lo referente a la sanidad, se destinará al final de la legislatura el 33,5% del presupuesto de la comunidad para el servicio sanitario, además de comunicar la creación de un Pacto por la Sanidad «en el que participen todos los sectores». La vivienda también tendrá sus respectivas actuaciones, dirigidas sobre todo a facilitar la adquisición de inmuebles. Se quiere aprobar antes de que finalice el año el proyecto de Ley del Derecho a la Vivienda, así como el nuevo Plan Director de Vivienda y Suelo 2010-2013. La segunda prioridad que marcará el destino de la política autonómica serán las medidas en torno a la población y el desarrollo equilibrado del territorio. Se pretende así dar respuesta a dos objetivos básicos: la recuperación demográfica y garantizar el equilibrio de las distintas zonas del territorio. Las familias serán las primeras beneficiadas de este eje de acción con el desarrollo de la II Estrategia para la Conciliación de la vida personal, familiar y laboral, que tendrá un presupuesto de 700 millones de euros. Pero el medio rural es uno de los que más deficiencias presentan en materias sociales, y Herrera lo sabe. Por esta razón, se prevé desarrollar un Proyecto de Ley de Desarrollo Rural con el que se espera mejorar la oferta sanitaria y educativa, el transporte, el acceso a las nuevas tecnologías, el abastecimiento y el saneamiento del agua. Respecto a este último punto, Herrera prevé disponer en el año 2009 de 50 sistemas mancomunados de gestión del agua, un modelo por el que apuesta abiertamente y que se ha planteado como solución a problemas de arsénico como el de Nistal de la Vega. Pero la presentación de medidas concretas, escasas según voces socialistas, se truncó con la financiación autonómica, donde Herrera se entregó al discurso habitual de las tres condiciones que defenderá en el debate nacional: envejecimiento y dispersión de la población, y extensión del territorio. El concepto Lo mismo ocurrió con el desarrollo estatutario, momento en que el presidente relató las medidas que hasta ahora ya se han adoptado, como los acuerdos con otras comunidades. Sin embargo, Herrera rompió la tendencia y anunció la modificación durante el próximo año de la Ley de la comarca de El Bierzo, «con la que además suscribiremos un nuevo Convenio Marco de Colaboración este mes de julio». El ritmo de propuestas y anuncios se reanudó con las relaciones transfronterizas que se establecerán con Portugal, con quien se firmará el próximo otoño un «memorándum de entendimiento para reforzar los vínculos de colaboración social y mejorar la calidad de vida de los habitantes de las áreas limítrofes». El presidente de la Junta dejó para el final la parte más exótica de su intervención: la mejora de la imagen de Castilla y león en el exterior. Para cumplir este objetivo se presentará «una idea, un concepto y un símbolo que identifiquen los valores diferenciales de la Comunidad».