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La integración del ferrocarril requerirá cortes en la N-120 y en el Crucero y reestructurará la circulación en el barrio de La Sal

El AVE obliga a reordenar el tráfico en León con dos puentes sobre el Bernesga

Las plataformas aliviarán el puente de Ordoño, que será sólo para transporte, bicis y peatones

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Marco Romero - león
León

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El proyecto de integración del ferrocarril en León y San Andrés del Rabanedo, más allá de la ingente obra y del movimiento de capital millonario que arrastrará, está cargado de pequeños matices que son los que, en definitiva, modificarán poco a poco el nuevo centro urbano que se levantará en el oeste de la capital. El escenario que se presenta para los próximos meses, en el que se desarrollarán los trabajos correspondientes a la primera fase de las obras, abordará importantes novedades que transformarán el entramado urbano de León. La conversión de la avenida Sáenz de Miera en el principal eje vertebrador de la nueva ciudad requerirá replantear el tráfico de vehículos. Los planes iniciales prevén la construcción de dos nuevos puentes sobre el río Bernesga, uno entre la plaza de Toros y el puente de Ordoño y otro entre este puente y San Marcos. Ambas plataformas se conciben como una alternativa y están orientadas a absorber casi todo el tráfico rodado de la zona, de forma que el puente de los leones quede liberado y sea utilizado exclusivamente por autobuses, taxis, peatones y ciclistas. «La idea es dar una cara más amable al puente de Ordoño porque será la vía de referencia que llegará hasta la nueva estación y el futuro Palacio de Congresos», indicó el concejal de Urbanismo, Francisco Gutiérrez. En cuanto los trámites burocráticos lo permitan, el Ayuntamiento incluirá estos proyectos en el plan de movilidad que planificará las distintas formas de movimientos urbanos. El sentido de ambos puentes es permitir a los conductores cambiar el sentido de la circulación entre las dos márgenes del río. En tres turnos Previamente, se pondrán en marcha las primeras obras ferroviarias del tramo entre Onzonilla y León y se pondrá en servicio del enlace Sur que permitirá desviar la mayor parte del tráfico ferroviario que atraviesa diariamente la capital leonesa. Este desvío ha sido ejecutado prácticamente en su totalidad y según ha podido saber este periódico las pruebas del nuevo tramo ferroviario están proyectadas para la última semana de julio, por lo que es probable que entre en funcionamiento como muy tarde en el mes de septiembre, como ya se había anunciado. Actualmente, ya se han concluido todas las obras relativas a la construcción de la plataforma y ahora se trabaja sin descanso en la instalación de las vías, en la electrificación y en el apantallamiento acústico. Para ello se han establecido tres turnos de trabajo. «Es una obra que se ejecuta en ámbitos donde se requiere un gran esfuerzo técnico para mantener la circulación de trenes de pasajeros y mercancías», indica el gerente de la Sociedad León Alta Velocidad. Juan Conde Guzón subraya que se trata de una obra programada por fases para poder ejecutar obras simultáneamente en los diferentes municipios afectados por la integración (León, San Andrés del Rabanedo, Onzonilla, Santovenia del Monte y Vega de Infanzones). En resumen, las obras de esta primera fase, ya aprobada por el Consejo de Ministros y autorizada por el Ayuntamiento de León -mañana será aprobada en pleno-, se iniciarán con la apertura del enlace ferroviario sur. Esto permitirá desviar de la capital las mercancías procedentes de Asturias y Monforte de Lemos. En este tiempo se pondrá en marcha la estación provisional, que ocupará parte del viejo edificio de envíos Pack Exprés, en el actual aparcamiento de Renfe. Está previsto mantener el billetaje en la vieja estación, por lo que se instalarán corredores cerrados entre uno y otro edificio para facilitar la movilidad de los viajeros. Ocupará dos tercios del actual párking y obligará a cerrar la zona de embarque de la actual. Tendrá tres andenes con seis vías. Cuando ya esté operativa, se podrá empezar a soterrar el tramo ferroviario que afecta al Crucero para eliminar el paso a nivel. Se levantarán dos grandes pantallas a ambos lados de las vías y se vaciará el terreno para soterrarlas. Hecho este trabajo, se colocará una losa para restablecer el tráfico rodado en superficie y trabajar simultáneamente en el subsuelo. La supresión del paso a nivel es el trabajo emblemático de esta fase, pero en ésta se contemplan otros planes de enorme trascendencia, como el traslado de los talleres y todas las infraestructuras relativas al área de mantenimiento y contenedores. Zonas afectadas Al margen de los cortes de tráfico que serán obligatorios en el Crucero durante estas obras, se producirán otras incidencias ya programadas por la Sociedad Alta Velocidad. Teniendo en cuenta que ésta es una obra viva y que surgirán modificaciones y replanteos constantemente, los técnicos avanzan que los únicos puntos de la ciudad que se verán tocados son, además del Crucero, la nacional 120 a la altura del hipermercado Lydl y la calle Príncipe, atravesada por dos vías. «Las obras afectarán a la circulación en estas calles pero el entorno tiene muchas posibilidades para absorber el tráfico», explica. Cortes en los suministros Además de los cortes de calles, la integración del tren también obligará a desviar canalizaciones y servicios como el suministro eléctrico. Un mes antes de que se produzcan las incidencias, la sociedad que coordina los trabajos se ha comprometido a informar a las policías locales de los respectivos ayuntamientos para minimizar las molestias a la ciudadanía. «La idea es dar una cara más amable al puente de Ordoño, que se convertirá en el nuevo centro del oeste» FRANCISCO GUTIÉRREZ, concejal de Urbanismo de León

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