La Cear cree que el retorno de los inmigrantes a sus países por la crisis perjudica a España
El retorno voluntario e incentivado a sus países de origen de aquellos inmigrantes a los que la crisis ha dejado sin trabajo, que el Gobierno ve ahora como una buena salida, puede volverse en contra de la economía española como un bumerán. La Comisión Española de Ayuda al Refugiado (Cear) advirtió este lunes de un efecto «muy contraproducente» incluso a corto plazo. Cuando amaine el temporal económico «necesitaremos a los inmigrantes que tenemos y a muchos más, y sobre todo necesitamos a sus hijos, niños que en muchos casos ya se han escolarizado en España» y son los que salvan el acelerado envejecimiento demográfico de la población autóctona, subrayó Miguel Pajares, presidente de la Comisión Catalana de Ayuda al Refugiado. A su juicio, más que potenciar el retorno y endurecer las condiciones de reagrupación familiar, el Gobierno debiera impulsar políticas de «recolocación de parados» y destinar parte de los cuantiosos fondos para la formación continua orientada a empleados a la formación ocupacional para los parados. Cear presentó este lunes el Segundo Libro Blanco de la Integración Sociolaboral de Refugiados e Inmigrantes y aprovechó el evento para cargar contra las falacias que aún hoy pesan sobre el impacto laboral de la inmigración y a las que incluso conceden cierto crédito algunos líderes sindicales. «Ningún estudio prueba que la inmigración haya tirado a la baja del empleo o del salario de los nacionales, antes al contrario», recalcó Pajares. La prueba es que los sueldos en sectores de gran presencia inmigrante como construcción y hostelería han crecido por encima de otros sectores con menos mano de obra foránea. «En hostelería y construcción los salarios son bajos pero porque ya lo eran antes de recibir a todos esos inmigrantes», agregó. Mano de obra barata La abundancia de trabajadores inmigrantes, mano de obra más barata, es cierto, ha tenido otro efecto beneficioso para los autóctonos. Al ocupar los primeros las categorías laborales inferiores, los españoles han ascendido a jerarquías más altas. Los extranjeros -apostilló- han reducido «los desajustes» del mercado laboral y ocupado puestos que difícilmente aceptaría un nacional en sectores que, de esta forma, han crecido y generado nuevos empleos de mejor calidad para los españoles.