La dirección del PP sufre su primer tropiezo en Cataluña

La nueva dirección del PP sufrió ayer su primer tropiezo en el XII congreso del partido en Cataluña. Los dirigentes de la calle Génova lograron que las bases respaldaran mayoritariamente a la candidata 'oficialista', Alicia Sánchez-Camacho, en su asalto a la presidencia del Partido Popular de la comunidad autónoma. Sin embargo, no pudieron esconder la imagen de división y crispación entre las diferentes familias. Montserrat Nebrera finalmente desafió a la dirección y presentó una candidatura alternativa, que resultó minoritaria. Pero el órdago de Nebrera no fue la peor noticia para la dirección del partido. Un nutrido grupo de militantes del PP abucheó a la vicesecretaria del partido, Ana Mato, por defender la «candidatura de unidad» de Sánchez-Camacho y agradecer a Daniel Sirera y Alberto Fernández-Díaz que abandonaran la carrera por hacerse por el poder del PPC. Los gritos de «fuera, fuera» y «tongo, tongo» inundaron la sala cuando Mato intervenía. Los abucheos se repitieron cuando tomó la palabra Rafael Luna, secretario de organización de la formación. El presidente del congreso, Fernández-Díaz, tuvo que intervenir para intentar reconducir el debate y pedir «respeto y buena educación» a los participantes. Se abrió un cisma Pero no fue posible. Ni los ruegos del vicesecretario territorial del PP, Javier Arenas, lograron conseguir reducir un cisma que parecía agrandarse por minutos. Entre silbidos, Arenas llamó a la unidad en el PP catalán y reclamó «tolerancia y respeto a todos». «Debéis agarraros mucho más al 90 por ciento que nos une que al diez por ciento que nos separa», solicitó el responsable popular, mientras algunos de los compromisarios le respondían con gritos de «dimisión». Sánchez-Camacho intentó minimizar los incidentes y los gritos a los responsables del partido.