DERECHOS Y LIBERTADES
Los socialistas inician una nueva etapa donde pierde fuerza la «O»
El PSOE dio un volantazo en su 37 Congreso y en la derrapada se cayó la «O» del acrónimo. En la cafetería y los pasillos se hablaba y no paraba del acento puesto en el capítulo de derechos y libertades ciudadanas a diferencia de anteriores asambleas en los que los derechos eran de los trabajadores y las libertades, públicas. «No te parece que estamos un pelín liberales», preguntaba un congresista valenciano a otro. Por si quedaban dudas de que los socialistas se adentraban por nuevo derroteros, Rodríguez Zapatero las despejó de un plumazo ante el plenario del cónclave: «comenzamos un nuevo comienzo. Comienza un nuevo tiempo». Y a fe que hay novedades no sólo de fondo sino hasta de formas. El primer día el congreso se desarrolló con el clásico horario PSOE, es decir con retraso y todo a última hora. El segundo, sin embargo, hubo puntualidad británica. También el lenguaje ha cambiado, de la terminología clásica del socialismo apenas perviven palabras como compañero, trabajo y solidaridad, ahora es el tiempo del respeto democrático, cariño, ciudadanía, republicanismo o creatividad. Por haber, podrá haber hasta cibermilitantes sin necesidad de estar afiliados al partido. Las agrupaciones, con el nuevo modelo de partido aprobado, tendrán que abrir sus ventanas para ventilar las sedes y que entren nuevos aires; es el fin de los reinos de taifas en algunas casas del pueblo gobernadas como cofradías por el dirigente de turno, que lejos de buscar nuevos militantes expulsaba a los aspirantes para no romper correlaciones de fuerza favorables a su intereses.