Abogan por la vía de lo contencioso para actuar contra los municipios que se niegan a quitarlas
El Gobierno exige a los tribunales retirar las calles que exalten a ETA
Zapatero se compromete a que «nadie que ha sido un asesino tenga un espacio de exaltación»
El Gobierno reclamará a los tribunales de lo contencioso-administrativo que ordenen la retirada de todas las placas de calles de pueblos del País Vasco y Navarra dedicadas a miembros de ETA. El Ejecutivo pretende que los jueces declaren «nulos de pleno derecho» los acuerdos municipales que dieron nombre a estas calles en los años ochenta y noventa por considerar que son ilegales y que, en consecuencia y en ejecución de sentencia, ordenen la retirada de las citadas placas y la desaparición de los nombres de etarras del callejero municipal. Las demandas, que se basarán en un estudio de la Abogacía del Estado, pedirán la nulidad de los acuerdos municipales porque violan al menos dos artículos de la Constitución, ya que «vulneran el derecho fundamental al honor» (art. 18) de las víctimas del terrorismo y «atentan contra la dignidad» de toda la sociedad española (art.10), «que desde hace mucho tiempo viene sufriendo las consecuencias de la actividad de ETA». Es la vía jurídica alternativa a la penal, que el miércoles pasado quedó cerrada tras aclarar la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional que los alcaldes de estos pueblos no incurren en delito de enaltecimiento del terrorismo por no retirar las placas de etarras que colocaron corporaciones anteriores. Para cometer el delito habrían tenido que ser ellos mismos quienes hubiesen aprobado la colocación de la placa. El Ministerio de Justicia, la Audiencia Nacional y la Fiscalía General del Estado coinciden en que la vía contencioso-administrativa es el único camino legal para acabar con las calles que homenajean a etarras, dada la falta de encaje de la situación en el Código Penal. Esta cascada de procesos contenciosos es la «vía jurídica eficaz» que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se comprometió ayer desde Atenas (Grecia) a poner en marcha para cumplir el doble objetivo de preservar el respeto a las víctimas del terrorismo y garantizar que «nadie que ha sido un asesino (un miembro de ETA) tenga un espacio de exaltación».