| Crónica | Fin del proceso
Penas menores a seis implicados
El alto tribunal considera que la Audiencia Nacional impuso a los actores secundarios de la masacre las penas en su grado máximo, sin tener elementos que justificasen tal actuación
Mohamed Almallah Dabas, uno de los absueltos por el Supremo, abandonó ayer mismo la cárcel
El Tribunal Supremo confirmó el encarcelamiento de 17 de los 21 condenados por la Audiencia Nacional, pero en seis casos, todos ellos de actores secundarios en la ejecución de la masacre del 11-M, recortó las penas impuestas por el tribunal de primera instancia. El alto tribunal consideró que la Audiencia Nacional había impuesto a todos ellos las penas en su grado máximo, sin tener elementos que justificasen tal actuación. Es el caso de Mohamed Larbi, condenado a 12 años por pertenencia; de Hamid Admidán, con 23 años por colaboración y tráfico de drogas; y de Nasredine Bousbaa y Mahmoud Slimane, sentenciados a tres años de cárcel por falsificar documentos. La sala entiende que no hay indicios suficientes para justificar el tramo alto de la pena y lo reduce, según los casos, al grado medio o al bajo. Larbi pasa a 9 años de cárcel, Admidán a 13, y los falsificadores a dos años cada uno. Las otras dos reducciones de pena son menores. Al autor material de los atentados Othmán el Gnaoui le absuelve del delito de falsificación y le quita dos años de cárcel de los 42.922 a que se enfrenta; y a Hassan el Haski, uno de los líderes de los Grupos Islamistas Combatientes Marroquíes (GICM), condenado a 15 años de cárcel como dirigente de grupo terrorista, le baja de 15 a 14 años de cárcel. Este cambio fue una equivocación de la Audiencia Nacional, que le impuso a El Haski un año más de los que permite el Código Penal.