El Gobierno pide a Rajoy que pruebe el miércoles con hechos su deseo depactar

El Gobierno instó a Mariano Rajoy a que en la reunión que mantendrá con Rodríguez Zapatero el próximo miércoles pase «de las palabras a los hechos» en el terreno de los pactos de Estado. La cita será con agenda abierta, pero el Ejecutivo tiene cinco puntos prioritarios para llegar a acuerdos: medidas para paliar la situación económica, reforma de la justicia, renovación de órganos constitucionales, política antiterrorista y financiación autonómica. El líder opositor, sostienen en el PP, irá a la entrevista con un espíritu abierto para demostrar que el giro centrista de su partido no es una figura retórica sino una realidad. El noveno encuentro entre el jefe del Ejecutivo y el presidente del PP en estos cuatro años puede ser el primero que arroje frutos tras ocho experiencias fallidas. El Gobierno dice estar dispuesto a sellar compromisos conjuntos y el partido opositor, también. Con este clima, y dado lo avanzadas que están las negociaciones en algunos temas, Rodríguez Zapatero y Rajoy pueden cerrar los primeros acuerdos de Estado desde 2004. Para allanar el camino, la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega animó al líder de los populares a plasmar «en hechos» esa «voluntad de acuerdo de la que ha venido hablando él y su partido en las últimas semanas». El jefe del Ejecutivo no quiere que Rajoy se refugie en que el temario de la reunión no es de su gusto para justificar eventuales desacuerdos, como ha ocurrido en otras ocasiones, y ha aceptado que no haya «un orden del día preestablecido». Tampoco habrá «condiciones previas», según explicó la portavoz gubernamental tras la reunión del Consejo de Ministros. El PP había criticado que Zapatero pretendiera circunscribir la cita a la renovación del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Constitucional, cuando lo acuciante, en su opinión, es la crisis económica. De la Vega señaló que si bien no habrá una agenda cerrada, hay varios asuntos que son «prioritarios», como la situación económica, la reforma del sistema judicial, la renovación del Consejo y el Constitucional, la estrategia contra ETA y el nuevo sistema de financiación autonómica. Confió que el nuevo clima de este arranque de legislatura contribuya a que «salgan acuerdos» que permitan al Gobierno y la oposición «recorre un camino común». Por parte del Gobierno, aseguró la vicepresidenta, habrá «la mejor voluntad» y el «mejor talante» para alcanzar entendimientos para responder a «los retos» que tiene España por delante. Rajoy, por su parte, acudirá a La Moncloa con la intención de exhibir el giro centrista que imprimió al PP en el congreso de Valencia y con un nuevo talante inspirado en el diálogo y la oferta de pactos al presidente del Gobierno. En cuanto se conoció la fecha del encuentro, el líder de la oposición se apresuró a tender la mano a Zapatero para afrontar juntos la crisis porque el primer partido de la oposición tiene claro que no hay nada que preocupe más a los ciudadanos que los problemas económicos. Aunque ya se declaró dispuesto a hablar también de la modernización de la Justicia, los órganos constitucionales, la inmigración y el terrorismo, el líder popular hará a su interlocutor una apelación urgente para que tome medidas de calado que palien algunos asuntos como la pérdida de empleos o el encarecimiento de los precios.