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León

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Este primer año al frente de la institución provincial han sido para la presidenta, tal y como afirmó ayer: «365 días apasionantes, en los que todo el equipo de gobierno ha trabajado en cuerpo y alma por la provincia, con una labor intensa para conseguir entre todos construir la provincia del siglo XXI». Insistió, además, en que se trata de «un equipo cohesionado», intentando alejar dudas sobre la unión de sus diputados, después de la crisis interna vivida en el PP semanas antes de la constitución de la nueva Corporación Provincial, cuando el alcalde de Valencia de Don Juan, Juan Martínez Majo, aspiraba también a ser candidato a la presidencia. «Todos vamos al unísono en el grupo y conocemos a la vez todos los proyectos importantes en los que se trabaja», recalcó la presidenta, quien quiso, igualmente, enfatizar «la labor constructiva» realizada por la oposición en estos 365 días. «Han realizado su trabajo sin crispación ni enfrentamientos personales». Asimismo, no olvidó agradecer la «callada labor» de alcaldes y concejales «por su trabajo y empeño». Quiso dejar claro también que en esta etapa desde la Diputación «no ha habido ningún tipo de discriminación a la hora de repartir fondos hacia ningún municipio, ni por color político, ni por otros motivos y ésta debe ser una máxima a lo largo del mandato». En el capítulo presupuestario, incidió en que el del 2008 es el más elevado de la historia de la Diputación y que dedica 36 de cada cien euros a inversiones en los pueblos y 22 de cada cien a temas sociales. «En el discurso de investidura ya se fijó la guía de nuestra gestión en los próximos cuatro años: unas bases sólidas para trabajar y acercarnos más a los pueblos, donde el turismo, el medio ambiente, la atención al mundo rural, los alcaldes y los colectivos más desfavorecidos son nuestros principales retos», recalcó Carrasco.