Diario de León

| Crónica | La angustia del hallazgo macabro |

«Tenía un aparato de teleasistencia pero no lo usaba»

La joven que encontró el cadáver, una empleada del hogar, lamenta los hechos: «Sabíamos que pasaría esto algún día»

Las bolsas de la compra, a la puerta de la casa incendiada

Las bolsas de la compra, a la puerta de la casa incendiada

Publicado por
Miguel Ángel Zamora - estación de villadangos
León

Creado:

Actualizado:

En:

A Susana F. se le quedaron negras las manos y blanca la mente. Curiosidades que tienen los sustos. «Entré a traerle la compra y ya me extrañó que unas telarañas que tenía en el marco de la puerta de la calle estuvieran negras hoy. Noté olor a humo, pero pensé que a lo mejor estaban quemando algo y cuando toqué en la puerta dos veces y se me abrió sola, me asusté mucho». La empleada de hogar que trabajaba una vez por semana al servicio de la víctima se llevó el disgusto de su vida pocos segundos después. «Estaba tirada en el suelo del pasillo y entonces empecé a gritarle: '¡Antonia, Antonia!' pero cuando vi que ni contestaba ni se movía, me puse en lo peor. Salí a la calle, empecé a gritar a los vecinos que vinieran a ayudarme, llamamos por teléfono... pero cuando llegaron ya no se pudo hacer nada». No salía, sólo rezaba La queja de Susana suena a denuncia: «Tenía un collar de teleasistencia que le habían puesto en la Cruz Roja y le habíamos dicho que lo llevara puesto siempre, que podían pasar estas cosas, pero nunca quiso hacer caso. Ahí estaba, encima de la televisión. Y ahí se ha quedado, mira para lo que le ha servido...». La joven, natural de la comarca, incidió en las costumbres rutinarias de la fallecida: «No salía de casa para nada, el camino que hacía era del salón a la cocina y de la cocina al salón. Rezaba muy a menudo y quitando dos o tres personas más y yo, a poca gente dejaba entrar aquí». Advertencias inútiles A pesar de las advertencias que en más de una ocasión recibió, nunca quiso hacer caso de los consejos: «Sabíamos que esto iba a terminar pasando algún día y no nos equivocamos mucho. Lo que no sé es cómo no ha pasado antes, porque en esas condiciones...». Vecinos y familiares de la anciana prestaron consuelo y apoyo moral a la muchacha a escasos metros de la casa: «No se me va a quitar el susto en mucho tiempo, lo que menos te esperas es que te pase una cosa así. Me da mucha pena decirlo, pero es que es una cosa que podía pasar cualquier día».

tracking