El PP pide no acosar al Gobierno con acusaciones precipitadas y ofrece su colaboración
Álvarez asegura que Spanair barajó cambiar el avión antes del despegue
La ministra de Fomento indica que el sector aeronáutico español es tan seguro como el de la UE
La compañía aérea Spanair, propietaria del avión MD-82 que se estrelló el 20 de agosto en un descampado próximo a la Terminal 4 de Barajas, sopesó sustituir la aeronave siniestrada por otra media hora antes del accidente, tras detectar el piloto la primera avería, que afectó a una sonda que mide la temperatura exterior y que obligó a abortar la primera maniobra de despegue. La aerolínea llegó a comunicar esa eventualidad al Centro de Gestión Aeroportuaria, pero al final decidió utilizar el avión accidentado, sin que se conozcan las razones de su decisión. Este es el dato más destacado desvelado ayer por la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, que explicó en el Congreso de los Diputados la cronología del desastre del vuelo JKK 5022, que comenzó a las 13:10 horas cuando el MD-82 inició -con 10 minutos de retraso- el rodaje desde la pasarela hacia la pista de despegue 36-izquierda. El comandante de la nave recibió la autorización de salida de la torre de control a las 13:25, pero el piloto «decidió no despegar y solicitó volver a la plataforma de estacionamiento», relató la ministra. El comandante anotó la incidencia -sobre la que Álvarez no aportó detalles- en el parte de vuelo y regresó al aparcamiento, donde los técnicos de mantenimiento de la compañía realizaron varias operaciones para «aislar», no reparar, el problema, según palabras de los propios responsables de la aerolínea, que subrayan que la normativa aérea vigente permite volar con esa avería por estar considerada menor. En ese momento, detalló la responsable de Fomento, Spanair «indicó al aeropuerto la posibilidad de sustituir la aeronave accidentada (de matrícula EC-HFP) por otra de matrícula EC-HFS, aunque, finalmente, decidió continuar con la misma». El avión estuvo parado en el estacionamiento hasta las 14:15 horas, momento en el que inició de nuevo el rodaje para su segundo intento de despegue. A las 14:23 horas, la torre de control autorizó de nuevo su partida desde la misma pista 36-izquierda con una configuración norte, debido a que «la componente de viento en cola era inferior a los 10 nudos establecidos para el cambio de configuración». Dos minutos después, a las 14:25 horas, el MD-82 fracasó en su segundo intento de alzar el vuelo: cayó como una hoja de papel tras elevarse sólo 70 metros; chocó primero con la cola contra el suelo, se partió por la parte trasera y dio tres botes mientras recorría 1.200 metros antes de arder. Poco después se encendieron las luces rojas en Barajas. Acababa de producirse la peor catástrofe de la aviación española en 25 años, que hasta este viernes ha provocado 154 muertes. Según Álvarez, la activación del plan de emergencias fue inmediata. Tras producirse el siniestro, la torre de control avisó al servicio de extinción de incendios del aeropuerto y al Centro de Gestión Aeroportuaria, que «a través del ejecutivo de servicio inició el protocolo de llamadas internas y externas».