Diario de León

| Reportaje | Un plató televisivo gigantesco y natural |

El presidente y Cuatro amigos más

Los prolegómenos de la ascensión, la propia caminata en sí y la grabación del «Desafío Extremo» estuvieron jalonados de anécdotas que mostraron el perfil humano de Zapatero

Rodríguez Zapatero, Mariano Rojo y Segundo Martínez

Rodríguez Zapatero, Mariano Rojo y Segundo Martínez

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Miguel Ángel Zamora - posada de valdeón
León

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«Empezamos hablando de la posibilidad de hacer todo esto en una conversación informal y mira...» JESÚS CALLEJA, montañero, alpinista y colaborador de Diario de León «Hay días que es mejor no madrugar». (El exabrupto posterior no es reproducible). Por la ley de la excepción que confirma la regla, el único vecino del pueblo al que parece no hacerle gracia el jaleo que se ha montado, se baja del todoterreno de mal café. La prensa busca dónde tomar uno bueno pero lo único abierto a esas horas es la boca del gato que juega con las chancletas de la reportera, confeccionadas con neopreno seguramente. Es la única explicación lógica para que no haya sufrido una amputación de los dedos por congelación. Para cuando el sol se despereza entre las montañas, el operativo de seguridad que viaja con el presidente ya tiene identificado a todo el personal, acreditación mediante. Un tipo que seguramente levanta 280 kilos en sentadilla es el responsable del papeleo. Para cotejar identidades, hacen falta muslos de 80 centímetros de perímetro, por lo que se deja ver bajo el pantalón corto. La exigencia en torno al jefe del Ejecutivo es cada día mayor, no hay duda. A pocos metros de la improvisada oficina-cafetería un cartel verde recuerda orgulloso que la junta vecinal del Real Concejo de Valdeón ha invertido más de 21.000 euros en poner decente el patio de las escuelas. En la calle no hay niños ni mayores. Todos duermen. Segundo Martínez, no. El leonés que custodia de primera mano al presidente anda ojo avizor en el comedor del hotel donde el senderista más famoso del día (Jesús Calleja no, el otro) hace acopio de fuerzas para la jornada que se le avecina. El presidente sonríe cuando ve llegar la procesión de periodistas que va a seguir sus primeros pasos. Si las botas que calza son las de siete leguas o no, el tiempo lo dirá. De momento, el cuentakilómetros apenas debe marcar 50 metros, los que separan el hotel del prado en el que esperan las cámaras. Y la etiqueta de la camisa que viste y del pantalón que porta no está ni en lejanas montañas ni en distantes praderas. Zapatero desaparece. El que inicia ya la ascensión es José Luis, igual de joven de mente, con apenas veinte años más de cuerpo que la última vez que subió por las mismas peñas, entonces acompañado por la familia, ahora flanqueado por las obligaciones. Los tiempos cambian. Hoy es día de relax, la agenda anda por el tercer sueño y en el valle de Valdeón ya ha amanecido. Huele a pan recién hecho. «Todos estos valles los conoce perfectamente» RODRIGO SUÁREZ Director del Parque de Picos

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