Tensión en Barajas por retrasos de más de ocho horas en dos vuelos de Spanair

El aeropuerto de Barajas vivió ayer momentos de tensión por los importantes retrasos sufridos por varios vuelos de la compañía Spanair, dos de cuyos aviones despegaron del aeropuerto con más de ocho horas de retraso sobre su hora prevista, según confirmaron fuentes aeroportuarias. La compañía achacó la mayor parte de los problemas a desajustes operativos en un día como el 31 de agosto, uno de los que registran más despegues del año por el final de las vacaciones de verano, aunque también admitió que en al menos uno de los casos, un vuelo con destino a Santa Cruz de Tenerife, el aparato sufrió problemas técnicos. El caso más sangrante fue el del vuelo JKK2747, con destino a Budapest, que debía partir a las seis de la mañana y no pudo hacerlo hasta casi las cuatro y media de la tarde. El pasaje, compuesto por unas 150 personas, protagonizó fuertes discusiones y alguna protesta con el personal de Spanair, al tiempo que pedían hojas de reclamaciones. Tras varias horas de tensión en el aeropuerto, los viajeros que quisieron fueron trasladados por la compañía al Hotel Auditorium, el mismo que alojó a las familias de las 154 víctimas del avión de Spanair que se estrelló en Barajas el 20 de agosto, para que descansasen y comiesen. Un retraso no menos importante afectó a otro vuelo compartido entre esta compañía y US Airways, que debió haber partido de Madrid a Barcelona sobre las doce del mediodía y que Spanair calculó que no podría despegar hasta la una de la madrugada del lunes, trece horas después. Fuentes del aeropuerto de Barajas, en Madrid, informaron que, no obstante, fueron varias las compañías españolas, entre ellas Air Europa, y extranjeras que el domingo sufrieron retrasos en los vuelos que partían desde el aeropuerto madrileño a otras ciudades españolas y de otros países, aunque en su mayoría no superaron la media hora.