El PSOE renueva sus direcciones territoriales con «dos agujeros negros»

El PSOE afronta a partir de hoy la reestructuración de sus federaciones más problemáticas: sobre todo Madrid y la Comunidad Valenciana, y en menor medida Castilla y León y Canarias. Los socialistas, que celebraron a principios de julio el triunfal Congreso en el que José Luis Rodríguez Zapatero renovó su ejecutiva, han dejado para después del verano, cuando la atención mediática se centra ya en asuntos propios del arranque del nuevo curso parlamentario, lo más difícil, las federaciones del partido a las que más cuesta levantar cabeza y que mayores disgustos electorales ha propinado en los últimos años. Hacer que funcionen es el principal reto para este mandato del vicesecretario general, José Blanco, y la secretaria de Organización, Leire Pajín. La paz interna está más garantizada de lo que hubiera cabido esperar en otros tiempos en la siempre convulsa federación madrileña, que celebra su cónclave este fin de semana, pero lo que aún está por ver es si Tomás Gómez, elegido en un congreso extraordinario tras la dimisión forzosa de Rafael Simancas en julio de 2007, podrá revertir la racha de fracasos que los socialistas de Madrid encadenan desde hace ya trece años. Rodríguez Zapatero apuesta por él. Y los críticos -que, liderados por el diputado nacional Elviro Aranda, dicen representar el 35 ó 40% de la federación- no se han atrevido de momento a presentar alternativa. Lo cierto es que si esta vez no se acaba con la sangría de votos que ha convertido las elecciones en un paseo militar para los populares Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz-Gallardón.