Guerra, desde que nació

A Guerra León le queda pequeño; saluda desde el atril que el Soma cola a en la Tercia cada primer domingo de septiembre (29 años hizo ayer) a Asturias y Castilla y León. Y a lo que interesa: lecciones sobre el origen de la crisis económica y soluciones al momento de recesión. «Esto es la codicia, el momento complicado económico empezó en Estados Unidos y fue por la codicia de querer amasar fortunas que en Europa se complicó con la burbuja inmobiliaria, eso de pedir sesenta millones por casas que habían costado sesenta mil euros». Tres minutos tardó Alfonso Guerra en sumar para la causa al porcentaje mínimo romeros que cada año se acercan a Rodiezmo a renovar sus dudas sobre el concepto del Guerrismo; tres minutos en someter al cien por cien de la multitud a su dialéctica. «Y ahora que hay crisis sale la derecha y dice: que la paguen los trabajadores», alertó tras citar al poeta y a los tiempos de crisis que aprovechan los poderosos para apelar a la patria y que el pueblo llano paga con su sudor. El último agnóstico que se refugiaba a la sombra del pinar de Rodiezmo cuando más arreciaba el temporal guerrista, decidió, entonces, deponer la resistencia ante la capacidad de persuasión del ideólogo socialista, que sólo vuelve a la primera línea de combate en la fiesta minera asturleonesa o en campaña electoral, aunque confiesa que su presencia en el valle del Casares, ayer por vigésimo novena edición consecutiva, responde al cariño: «Al que me tenéis vosotros y al que tengo a Villa, hombre de valores humanos extraordinarios». Más paisanos al bolso, si a esas alturas de la alocución del político sevillano quedaba alguien aún disperso. La derecha es tema dominado del hombre contrapunto del felipismo. La derecha salió a la colación: «La derecha que le pide al Gobierno que intervenga en el mercado; o sea, que ellos dicen que el mercado lo resuelve todo; y cuando el mercado falla la culpa de la crisis la tiene Zapatero. Es que estamos asistiendo al entierro del neoliberalismo, que lo están hundiendo, precisamente, sus principales defensores». El Guerra en estado puro tiene tiempo para dar recetas sobre cómo mantener el cutis terso: «La crema para evitar que aparezcan arrugas se llama coherencia», dijo. Quien quiera entender que entienda. Guerra no habla en vano.