Zapatero recuerda que en el 2002 acudieron a la vendimia francesa más españoles que este año
Rajoy asegura que los extranjeros tienen derecho a percibir desempleo
El líder popular se vio obligado a rectificar tras la avalancha de críticas recibidas
Mariano Rajoy provocó una polémica política con sus declaraciones en las que denunció el cobro del seguro de desempleo por inmigrantes en España y la emigración de españoles a Francia. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, respondió al líder de la oposición y recordó que cuando el político popular era vicepresidente hubo más españoles que acudieron a vendimiar al país vecino que los que se han apuntado este año. Según Rodríguez Zapatero, 15.000 trabajadores estuvieron en la vendimia francesa en el año 2002, mientras que este otoño participarán en la campaña 12.000 españoles. «Qué se quiere decir?» preguntó el jefe del Ejecutivo en rueda de prensa en el Congreso y pidió «rigor», «seriedad» y «sensatez» en el debate sobre la inmigración. Además, sostuvo que todos los trabajadores tienen los mismos derechos, «independientemente de su color de piel, de que sean españoles o extranjeros». Ante la avalancha de críticas, Mariano Rajoy se vio obligado a explicar sus palabras del pasado lunes, rechazó de plano que su intención fuera criticar la percepción del seguro de desempleo por parte de los parados extranjeros residentes en España y se declaró «partidario de que se cumpla la ley». «Tienen absoluto derecho a cobrar el desempleo», afirmó y desautorizó las interpretaciones que se han hecho de sus palabras. Explicó que su intención fue constatar que inmigrantes y españoles están en paro mientras el Gobierno no toma decisiones ni en política económica ni en materia de extranjería. «Lo que dije es de puro sentido común y es muy difícil que alguien pueda estar en contra», se defendió de las críticas que ha recibido al relacionar el desempleo de los extranjeros en España y el hecho de que los españoles tengan que buscar trabajo fuera de nuestras fronteras. Rajoy acusó al Gobierno de haber practicado una estrategia de «papeles para todos» con la regularización de 2005 y lamentó que la política de extranjería no haya cambiado desde entonces lo que, a su juicio, significa «primar la inmigración ilegal» y permitir la proliferación de mafias.