El análisis de las cajas negras sólo ha aclarado el origen de la tragedia
Los primeros datos del accidente de Spanair no concluyen qué falló
El único dato confirmado es que el avión despegó sin que sus alerones se hubiesen desplegado
Los técnicos de la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil (Ciaiac), un mes después del siniestro del avión de Spanair en Barajas, sólo han alcanzado una certeza: el JK5022 trató de despegar el pasado 20 de agosto desde la pista 36-R de Barajas sin que se desplegasen los alerones que aumentan las superficies de las alas y dan al avión la sustentación necesaria para ganar altura. Pero las preguntas que genera ese dato siguen sin respuesta. El informe preliminar de los investigadores no logra desvelar por qué se produjo ese error, ni conoce la causa por lo que los sistemas de alerta de la aeronave no informaron al piloto de tal incidencia. La Ciaiac está a punto de cerrar sus pesquisas preliminares, incluidas en un borrador del que han trascendido algunos datos que confirman que los investigadores aún se mueven en una nebulosa. El análisis de las cajas negras sólo ha aclarado el origen de la tragedia, pero no cuál fue la causa del accidente de la nave con matrícula EC-HFP que acabó con la vida de 154 personas. El «registrador digital de parámetros de vuelos» (Dfdr), uno de los tres aparatos de grabación de las «cajas negras» que han sido analizados en el Reino Unido, revela que el avión nunca desplegó los «flaps», alerones traseros de las alas. Los «dos sensores de posición de los flaps» informaron a la «caja negra» que los alerones se mantuvieron en posición horizontal («0 grados») desde el momento en que el avión volvió al «parking» para reparar la avería anterior (sobre las 13:40 horas) hasta que el aparato se estrelló (14:25 horas).