Un político de manual

Apuntaba maneras desde que era pequeño. «Cuando nos preguntaban, él decía que quería estudiar Política», confiesa Alfredo Ruiz, uno de los mejores amigos del nuevo secretario general del Partido Socialista de Castilla y León, Óscar López, con quien ha compartido y comparte largos encuentros en la localidad segoviana de Riaza, de donde procede parte de su familia. «Ahora está cumpliendo su sueño», asegura un amigo que recuerda de aquellos tiempos de la infancia su capacidad de liderazgo y su afán por desenredar cualquier malentendido. López, que ya tiene piso en Valladolid, donde vivirá con su mujer y su futuro hijo -nacerá en febrero y aún desconocen si será niño o niña-, aportará ilusión a este nuevo reto. «Todo lo hace porque le ilusiona y porque le apetece». A sus 35 años, es «hipertrabajador, honesto, tenaz, sensato, fiel a sus principios, amante de su tierra, amigo leal, dialogante ¿», cuentan. Presume de haberse afiliado al PSOE al día siguiente de que Felipe González perdiera las elecciones en 2000. Lo hizo en la Agrupación de Canillejas, en Madrid, y porque ya tenía «sus inquietudes», de hecho, como avanzaba de pequeño, se licenció en Ciencias Políticas, en la especialidad de Estudios Internacionales, por la Universidad Complutense de Madrid, aunque nadie a su alrededor entendiera que con su expediente en Bachillerato no aspirara a una carrera con más salidas . Posteriormente cursó un año de Ciencias Políticas en la Universidad de Newcastle Upon Tyne (Gran Bretaña), donde realizó un curso de postgrado en Economía Internacional. Ha realizado distintos cursos sobre la Unión Europea y sobre Derecho Internacional. Socio-fundador y presidente, en el primer mandato, de la Asociación 'Espacio Europa XXI', para la promoción de los valores europeístas en la sociedad española. En Madrid es donde ha pasado prácticamente su vida. Allí nació, de allí viene y allí se casó, un sábado del 7 del 7 de 2007, a la siete de la tarde. No se considera supersticioso, ni tampoco católico y optó por lo civil. En Madrid fue también donde conoció en un curso de los Cuadros Jóvenes al actual número dos del partido, a José Blanco, quien unos años después -López ya había pasado tres años en Bruselas como asesor el Grupo Parlamentario- le buscó. Ahora, inquieto, tenaz y hasta obcecado, a López, según dicen sus amigos, no le fallan las fuerzas a la hora de trabajar. «Para mí tiene todo lo bueno del carácter de Castilla y León, como la honestidad, la tenacidad. Consigue todo lo que se propone. En muy poco tiempo habrá un cambio en Castilla y León», afirma Pedro Sánchez, uno de sus fieles. «Es un político de manual, cariñoso, cercano y muy inteligente», repiten en la delegación leonesa, a la que se ha acercado.